En el puente y en la cocina

Bilbao

pOCO después de la una y media de la tarde de ayer un helicóptero militar francés rescató al último de los once tripulantes del Luno, el carguero que colisionó contra el dique de la playa de La Barre en Anglet. Entre las personas que ayer tuvieron que ser izadas desde uno de los dos trozos en que se partió el buque hay dos profesionales vascos. Uno de ellos es el primer oficial del Luno y el otro tiene el rango de marinero-cocinero. El capitán del buque siniestrado es de origen cántabro y el resto de los miembros de la tripulación del carguero -que en conjunto está formada por diez personas de nacionalidad española y una cubana- proceden de Galicia, Asturias, Cataluña y Cuba. El oficial y el marinero de origen vasco que ayer estaban a bordo del Luno son vecinos de Getxo y Barakaldo.

Tanto el capitán como los oficiales y marineros protagonistas de un rescate de película acumulan muchos años de experiencia y horas de navegación, aunque, sin duda, nunca olvidarán el corto trayecto cubierto desde que el martes salieran del Puerto de Pasaia y la mañana de ayer, cuando una avería los dejó a merced de un mar embravecido. Fuentes de la naviera propietaria del barco expresaron ayer su satisfacción porque a pesar del grave accidente sufrido y las complicaciones derivadas de él "todos los tripulantes se encuentran bien". Uno de los marineros rescatados sufría heridas leves -al parecer se había fracturado la nariz- y tuvo que ser trasladado a un hospital, pero las fuentes destacaron que las lesiones sufridas durante el accidente por este marinero eran "muy, muy leves". Sobre el estado general de los tripulantes evacuados en medio de fuertes ráfagas de viento y altas olas, el subprefecto de Baiona, Patrick Dallennes, señaló nada más acabar el rescate que "están todos de pie", aunque "conmocionados y con frío". Precisamente para que se recuperaran de esa lógica conmoción derivada de los momentos de angustia al ver que el barco era empujado contra la costa y de la espera para ser rescatados, los once tripulantes del Luno fueron trasladados a un hotel de Baiona, donde permanecerán hasta que las autoridades marítimas francesas autoricen su regreso a Bilbao. Ayer a mediodía, nada más ser sacados del mercante accidentado, los once tripulantes y el práctico del Puerto de Baiona fueron reunidos en un lugar próximo y atendidos por los equipos de rescate franceses, que evaluaron su estado y comprobaron que todos menos uno se encontraban ilesos. Después fueron trasladados al hotel donde, según dijo un portavoz de la naviera propietaria del barco, descansarán y "se repondrán del susto". Está previsto que en cuanto puedan -cuando se les autorice- viajen a Bilbao, sede de la empresa propietaria del buque, desde donde regresarán a sus respectivos domicilios. Un portavoz de la naviera señaló que es probable que los tripulantes tengan que aportar información a las autoridades francesas dentro de la investigación para esclarecer las causas exactas del accidente.