madrid. La Policía detuvo ayer en Madrid a 14 personas, tres de ellas menores, por los incidentes ocurridos tras una concentración en la Puerta del Sol en apoyo al barrio burgalés de Gamonal. Según informaron fuentes policiales, este es el balance de la actuación policial en las calles de la capital, donde un grupo de radicales antifascistas, algunos de ellos de Izquierda Castellana, destrozaron mobiliario urbano e incendiado coches. La Policía acusa a los arrestados de atentado a agente de la autoridad, desórdenes públicos, daños y lesiones. Durante los enfrentamientos cinco policías resultaron heridos leves, así como seis manifestantes.

disturbios Por otra parte, alrededor de un centenar de bomberos se concentraron ayer ante la sede general de los juzgados de Madrid para mostrar su apoyo a un compañero que fue detenido anteayer durante los disturbios ocurridos en la capital en la manifestación en solidaridad con los vecinos de Gamonal (Burgos). Este bombero cuenta con una denuncia previa por enfrentarse a la Policía y otra por maltrato. El arresto de este bombero se produjo en la calle de Bárbara de Braganza cuando procedía a apagar un contenedor incendiado, según relató un compañero suyo que estaba junto a él en esta actuación y que participó ayer en la concentración de la madrileña plaza de Castilla, donde se encuentra la sede judicial.

Este mismo bombero relató que la Policía quiso pasar con sus vehículos cuando todavía no se habían extinguido la llamas del contenedor, por lo que pidieron a los agentes que esperaran unos minutos y "ante la impaciencia" de estos se produjeron unos forcejeos. "Nos empezaron a increpar y tuvimos que dejar nuestras funciones con el fuego aún activo", aseguró este bombero, que lamentó además que esos agentes "han pisoteado" al Cuerpo de Bomberos de Madrid. "Se han burlado de nuestra autoridad en un suceso con fuego, algo que es de nuestra entera competencia", apostilló.

La delegada del Gobierno en Madrid, Cristina Cifuentes, también se refirió a este tema al afirmar ayer que "cuando se produce una agresión a un policía, venga de parte de una persona uniformada o no", la consecuencia tiene que ser la misma para todos porque "no puede haber trato de favor".