vitoria. A falta de 24 horas para que el gobierno municipal gasteiztarra aplicara un duro paquete de recortes en los centros socioculturales de mayores, que promocionan el envejecimiento activo, la realización de talleres de todo tipo y ofrecen servicio de comedor a personas de la tercera edad, el Ayuntamiento dio marcha atrás y dejó las cosas tal cual estaban. Y así seguirán, además, hasta el final de la legislatura.

El giro inesperado y extremo del gobierno del PP produjo una inmensa satisfacción en los trabajadores que ayer iban a comparecer en el turno popular para exponer su situación y que se limitaron, conocido el acuerdo, a felicitarse por el mismo. También los grupos municipales saludaron la marcha atrás del PP, pero todos sin excepción se mostraron perplejos ante el desarrollo de los acontecimientos.

El pasado mes de octubre, a los trabajadores de estos centros se les comunica que van a sufrir recortes en el siguiente ejercicio. Cuando en enero PP y PNV emprendieron las negociaciones para sacar adelante los Presupuestos de la ciudad, los jeltzales se encontraron con un primer borrador "espeluznante", en palabras de la concejala nacionalista Nerea Melgosa, que llevó los contactos en esta materia.

Los jeltzales, explicó Melgosa, lograron reducir la cuantía del tijeretazo, pero al fin y al cabo seguía siendo un recorte en el que estamparon su firma asumiendo el correspondiente desgaste, en la creencia, señaló la edil a este medio, de que "no había dinero para más".

el plan inicial El pasado viernes 20, los trabajadores de los centros comunicaron al PNV que lejos de lo pactado en enero, los recortes iban a ascender a 400.000 euros, que se traducirían en una merma salarial de más del 30%, al margen del perjuicio que supondría para los usuarios. Justo una semana después el PNV supo que se había alcanzado un acuerdo con la empresa que gestiona estos centros y que las condiciones de los trabajadores y los horarios de los centros no se modificarán ni un ápice, una decisión corroborada en la Junta de Gobierno Local celebrada ayer, minutos antes de que se celebrara el Pleno en el que iban a participar los trabajadores. "Nos han hecho trampas", censuró Melgosa en relación a la negociación presupuestaria de enero, pues desde la empresa adjudicataria se les dijo que el Consistorio había puesto más dinero sobre la mesa.

Por su parte, la edil de EH Bildu Ane Aristi, que presentó una moción contra los recortes que, dadas las circunstancias, fue aprobada sin necesidad de ser votada, felicitó a los trabajadores desde la "prudencia", y se extraño por el hecho de que "hasta el día antes nadie se dio cuenta" de las repercusiones que tendrían los recortes en los centros de mayores.

la pastilla del día después Por su parte, el edil del PSE Peio López de Munain tachó de "frivolidad terrible" por parte de Maroto el hecho de adoptar decisiones y luego dar marcha atrás en función del rechazo generado. "Se toma la pastilla del día después y ya está", ironizó.

La concejala de Asuntos Sociales, Ainhoa Domaica, garantizó a López de Munain que el servicio se mantendrá tal cual ha quedado durante toda la legislatura, ante las dudas planteadas por el socialista, y lamentó que pese al acuerdo alcanzado los trabajadores "hayan tenido que presenciar este espectáculo".