Vitoria. La Guardia Civil ha detenido a 34 personas, circunstancia que ha ayudado a esclarecer más de 200 delitos contra el patrimonio y de falsedad documental en el transcurso de la operación Palillo, llevada a cabo en Álava y otras localidades del País Vasco, Burgos y Cantabria. La banda que ha quedado fuera de circulación estaba presuntamente especializada en la estafa a operadoras de telefonía y entidades de crédito, además de en robos en empresas y establecimientos comerciales. Allí habrían robado desde maquinaria pesada y grandes cantidades de cobre y otros metales hasta artículos en distintos comercios.

Dichas actividades, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno central en el País Vasco, han derivado en el decomiso por parte de los agentes de cientos de documentos falsificados -permisos de conducir, nóminas, facturas falsas, documentos de identidad personales de distintos países y documentaciones de vehículos-. Al parecer, los integrantes de esta trama, compuesta por ciudadanos de diversos países del Este de Europa y españoles, realizaban falsificaciones por encargo, desde nóminas para alquilar pisos hasta documentaciones personales para individuos con antecedentes.

Esta operación -dirigida por el Juzgado de Villarcayo (Burgos)- se inició a raíz de una investigación de dos robos con fuerza en empresas del sector metalúrgico cometidos en la provincia castellana. Tras tener constancia de los hechos, los investigadores encargados del caso lograron reunir las evidencias que finalmente han desembocado en una causa con 34 arrestados -cinco de nacionalidad española, dos de Bolivia y 27 de Rumanía)- y otros 10 imputados.

El caso es que después de más de un año de investigaciones, se constató la existencia de un grupo delictivo organizado, cuyos integrantes estaban distribuidos en ramas especializadas en la comisión de distintos tipos de delitos como el hurto en perfumerías de productos de alta gama, el robo de material metálico en empresas, estafas a operadoras de telefonía móvil, falsificación de documentaciones personales y tarjetas de minusválidos, clonación de tarjetas de crédito, robo de vehículos, viviendas e ikastolas, estafas a entidades de crédito, defraudación a la Hacienda de Bizkaia -con facturas falsas para las reclamaciones de IVA-, entre otros, hasta superar más de 800 casos de actividades con documentaciones falsas. Su catálogo de servicios incluía la consecución de documentos como nóminas para aparentar solvencia en el alquiler de un piso o documentos para crear una nueva identidad para personas con antecedentes policiales con el fin de dificultar la acción policial y judicial o de continuar con la actividad criminal. En varios casos, con dichos papeles, alquilaban vehículos y maquinaria pesada, sin entregarlos a la finalización del contrato y amparándolos de nuevo con documentaciones también falsificadas. El destino final se estos vehículos eran países del Este de Europa, donde se han encontrado y recuperado 6 de ellos.

También ha quedado constatado la relación de parte de este grupo con una chatarrería vizcaína, cuyos titulares también han sido detenidos en la entrega de material sustraído, al igual que a un vigilante de seguridad de un polígono industrial que proporcionaba información y facilitaba la comisión de los robos de las empresas que vigilaba, desconectando alarmas y permitiendo el acceso a las mismas.

Con el paso del tiempo, esta banda llegó a dominar fraudes muy elaborados que consistían en la adquisición de tarjetas de telefonía de una compañía distinta a la que se pretendía estafar. A partir de ahí, se solicitaba la portabilidad o el alta de línea de Internet a nombre de las identidades falsas confeccionadas, obteniendo a cambio teléfonos de alta gama y ordenadores portátiles. Del mismo modo solicitaban préstamos que nunca devolvían a entidades de crédito con identidades falsas.

Durante la investigación se ha colaborado con el Cuerpo Nacional de Policía, la Ertzaintza, las policías locales de Bilbao y Amurrio, la Hacienda Foral de Bizkaia, y Europol e Interpol para las gestiones policiales con Austria, Hungría, Rumanía y Corea del Sur.