Unos 1.200 escolares de 13 centros educativos de Vitoria escenificaron ayer su compromiso con la paz mediante la construcción de una pared con ladrillos de cartón en la que escribieron sus deseos de erradicar todo tipo de violencia. La Delegación de Pastoral con Jóvenes de la Diócesis de la capital alavesa coordinó el acto, que se materializó en la plaza de la Virgen Blanca.

Los escolares se colocaron alrededor de la plaza y cada centro escolar construyó en un primer lugar una torre humana, en lo alto de la cual se colocó un escolar que soportó una caja de cartón, con la que se levantó posteriormente una pared de cajas de cartón de colores, en la que un escolar escribió con un espray la palabra bakea (paz).

Paralelamente, los escolares de cada centro participante leyeron textos en los que expresaron sus deseos de paz y pidieron "paciencia" para construirla "piedra a piedra". Asimismo, opinaron que "para alcanzar la paz y mantener el equilibrio es necesario apoyarse en la herramienta de la comunicación". "Y para preservarla, el comienzo es aceptar que somos diferentes, con sentimientos y percepciones diferentes", añadieron. Los escolares de Vitoria también reflexionaron sobre la necesidad de construir una pared de la integración e indicaron que con el acto de ayer ellos aportan el primer ladrillo para ello.

Esta iniciativa terminó con la lectura de una declaración en la que los escolares pidieron que "la palabra violencia sea olvidada". "Deseamos un mundo en el que no veamos a los demás como una amenaza y que descubramos todo lo que nos une por encima de lo que nos separa", añadieron.

La realización de este acto está vinculada al Día Escolar de la No-violencia y la Paz, que se celebró ayer. En esta fecha se conmemora la muerte del activista de la paz Mahatma Gandhi. Según indicaron los responsables de la organización del evento, su objetivo es la educación en y para la solidaridad, la tolerancia, la concordia, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. El lema escogido para este año es Construimos la paz-Bakea eraikitzen, "porque estamos convencidos de que todos podemos contribuir con nuestros actos y palabras a favorecer una cultura de la paz, que se empieza a construir en la educación de los niños y jóvenes de nuestra sociedad", indicaron desde la Delegación de Pastoral con Jóvenes de la Diócesis de Vitoria.

"Queremos hacer un mundo nuevo, donde la violencia sea una palabra olvidada, donde no existan guerras, donde nadie sea causa del sufrimiento de otras personas, donde el otro no sea una amenaza, donde cada persona sea un eslabón de la fraternidad humana. El reto no es nada fácil, pero todos tenemos a nuestro alcance ladrillos de convivencia, respeto, diálogo, perdón... que podemos añadir a la gran construcción de la paz", indicaron.

La jornada también fue aprovechada por colegios a título individual para mostrar sus ansias de paz. Así, por ejemplo, Marianistas organizó una cadena humana alrededor de sus instalaciones para abogar por la no violencia. Por su parte, San Viator también dedicó a tan noble tarea parte de su lunes.