El verano y el buen tiempo nos animan a buscar viajes y a pasar el día al aire libre el máximo tiempo posible. Pero, muchas veces, al preparar una escapada, surge un problema: la falta de un buen botiquín para hacer frente a contratiempos y que puede marcar la diferencia. 

Y es que, un kit de medicamentos y otros elementos puede sernos de gran ayuda en esta época. Asimismo, a diferencia de otras épocas del año, en la temporada estival es necesario hacer acopio de soluciones específicas. 

Material básico de curas y medicamentos útiles

La revista digital ‘El farmacéutico’, uno de los medios especializados en el campo de la salud con más prestigio, señala en uno de sus artículos una serie de recomendaciones para tener un buen botiquín de cara a este verano. 

Según explican, el kit debe incluir alternativas de todo tipo: pinzas, termómetros, tijeras, tiritas, algodón y antisépticos, entre otros. Estos últimos, como el agua oxigenada, son imprescindibles para limpiar heridas y evitar infecciones. 

Del mismo modo, no está de más contar con medicamentos que pueden salvarnos de un apuro en cualquier situación. Hablamos de antidiarreicos, laxantes, antihistamínicos, analgésicos, rehidratantes orales y otros cuantos más.

Al margen de los ya citados, hay otros productos que deberíamos llevar con nosotros para esta época de altas temperaturas, relacionados con el cuidado de la piel. Algo más que evidente, debido al calor que puede llegar a sufrir nuestro cuerpo en estas fechas. 

Una caja de botiquín con algunos elementos del kit de primeros auxilios. Freepik

Protegerse del sol

La exposición solar es un problema frecuente en esta estación. Como consecuencia, hay riesgo de sufrir manchas, quemaduras, envejecimiento y algunas enfermedades graves. Es por eso que se aconseja utilizarla en el día a día, más allá de la playa o la piscina. 

Para dar con el protector solar adecuado, lo mejor es escoger uno que pueda proteger tanto de rayos UVA como de UVB. También debemos fijarnos en el FPS (Factor de protección Solar) y el tipo de piel para saber si es el adecuado para esa persona. 

Después de exponerse al sol, hay que aplicar un aftersun o crema que ayuda a hidratar y regenerar el cutis. Con este método, además de calmar el cuerpo, reducimos los efectos de la radiación. 

Protector solar, toalla y sombrero, listos para la exposición al sol. Freepik

Ojo con las quemaduras 

En caso de tener quemaduras solares, hay que usar lociones hidratantes o con aloe vera, tomar analgésicos y no rascarse la piel, para que la irritación o la herida no vaya a más. Ante esta situación, hay que usar productos especializados para calmar la piel. 

Respecto a la insolación o los golpes de calor que elevan la temperatura del cuerpo a más de los 40 grados, que se ve en mareos o confusiones, hay que enfriar el cuerpo de inmediato y buscar ayuda médica por si los síntomas van a más. 

Las quemaduras más frecuentes son la exposición prolongada al sol. Freepik

La mejor solución de todas 

Pese a todos los consejos, no hay duda de que la prevención es la mejor herramienta para disfrutar de un verano tranquilo. Beber varios litros de agua y no salir a la calle en las horas más calurosas, al igual que vestir una ropa cómoda, son estrategias fáciles de aplicar.