Las manzanas son una fruta muy valorada, tanto en Álava como en muchos otros lugares. Ya sea por su sabor dulce o su textura crujiente, además de sus ventajas para la salud y facilidad de compra, se trata de un alimento esencial en la dieta de muchas personas hoy en día.

A pesar de que su consumo es habitual, hay quienes deberían extremar la cautela e incluso evitar esta fruta por completo. ¿Por qué motivos? Veámoslo.

No es oro todo lo que reluce

Pese a sus beneficios, los expertos apuntan a que las manzanas no son aptas para todos. De hecho, hay algunas personas que no deberían comerlas bajo ningún concepto por posibles efectos secundarios, según la nutricionista Olga Korableva.

Manzanas verdes y rojas sobre una mesa de madera Freepik

  • Personas con alergias a frutas

La manzana puede causar alergias en algunas personas. Las reacciones van desde erupciones en la piel o picazón, hasta dificultades para respirar. Esto ocurre en el caso de personas alérgicas al polen. Ante estas circunstancias, lo mejor es consultar a un profesional.

  • Pacientes con problemas gastrointestinales

Esta fruta posee mucho sorbitol y fibra; es un azúcar difícil de digerir si sufres trastornos digestivos. La fibra, en estos casos, da gases, hinchazón abdominal y otras molestias, por lo que es preferible consumir otro tipo de frutas. 

  • Diabéticos buscando controlar carbohidratos

Las manzanas tienen carbohidratos complejos. Por lo que, respecto a los diabéticos, deben cuidarse si quieren mantener su azúcar a raya. Dependiendo de las necesidades de cada persona, hay que adaptar la ingesta de este alimento, siempre con moderación y cuidado. 

  • Personas con dietas bajas en oxalatos

Este alimento contiene oxalatos, una propiedad natural que puede favorecer cálculos renales. Así las cosas, en el supuesto de que tengas problemas con estas propiedades, es mejor hablar con algún dietista para ver cómo proceder. 

Una fruta con muchos beneficios

La manzana es una buena fuente de fibra y vitamina C. Contiene compuestos vegetales geniales para la salud: pectina, taninos, flavonoides, ácidos orgánicos, etc. que ayudan a la digestión por sus antioxidantes.

Este alimento ayuda a la digestión, controla el intestino y además refuerza el sistema inmunitario, así como a cuidar del sistema cardiovascular. Por si fuera poco, tiene muy pocas calorías y es muy saciante. Y otro punto a favor es su alto contenido en agua.  

La manzana también tiene efectos positivos para las personas que sufren asma, ya que es rica en quercetina, un antihistamínico que contribuye a desinflamar las vías respiratorias ya que el oxígeno circule con mayor facilidad. 

Tampoco podemos dejar de lado su papel en la cocina y en la gastronomía. Es un alimento de lo más polivalente que está presente en un sinfín de recetas y platos, como guarnición o ingrediente principal.

Las claves de comer bien

Como cualquier otro alimento, y como fruta, la manzana hay que comerla siendo conscientes del estado de salud y dependiendo de la persona. Dicho de otra forma, cada cuerpo reacciona diferente, y ahí está saber cuánto comer para saber evitar problemas o riesgos que pueden amenazar el organismo.