Cuando empiezan a llegar las primeras rachas de calor, vamos notando que la cantidad de mosquitos a nuestro alrededor va creciendo y, por tanto, empezaremos a encontrar hebones de distintos tamaños en algunas partes de nuestro cuerpo. Lo curioso es que siempre encontramos a alguien repleto de estas marcas y, aquellos que viven y duermen junto a ellos, parecen inmune. Esto se puede deber al lugar en el que estamos, ya que no es lo mismo un lugar de vacaciones en plena selva o en el centro de la ciudad. Aún así, hay ciertas razones por las que nos pueden llegar a picar más estos bichitos.
Razones para picarnos
En mayor o menor medida, todos acabamos teniendo alguna picadura durante el verano, pero está comprobado que los mosquitos se mueven por atracción. Este gusto por ciertas personas se debe a la temperatura corporal, los olores y el tipo de sangre que tenemos.
Los culpables de estos bultos rojizos en la piel no eligen al azar. Son las hembras de mosquito quienes beben sangre, por lo que son las únicas que producen las picaduras, y así es cómo eligen a sus víctimas.
- Temperatura corporal. Gracias a los potentes termorreceptores que poseen en sus antenas, pueden averiguar la temperatura corporal de otros seres vivos. Cuanto más alto sea el calor de tu cuerpo, más atraerás a estos pequeños insectos.
- Olores. Pequeños pero potentes. Aunque no veas ningún mosquito a tu vera, si exhalamos mucho CO2, los mosquitos pueden detectarlo desde una distancia de 50 metros. Si por casualidad tienes un metabolismo rápido, ten en cuenta que respiras más veces al día y más rápido, es más probable que seas la presa fácil para las picaduras. Además, el olor corporal que tenemos todas las personas puede ser más atractivo para un mosquito o para otro. El aroma que desprendemos por naturaleza se debe a las bacterias propias de la piel. Las personas que sudan mucho tienen la poca suerte de crear más ácido láctico, que es el aperitivo favorito de los mosquitos y, como solemos sudar más en los pies, tobillos y piernas, es por esto que la mayoría de picaduras aparecen por esas zonas.
- Tipo de sangre. Es recomendable saber nuestro tipo de sangre y, en esta ocasión, puede venir bien para saber si tienes que refugiarte más a conciencia de los bichos. Los mosquitos suelen absorber más cantidad de sangre de aquellas pertenecientes al grupo sanguíneo 0. Si estás dentro de este grupo, te dejamos a continuación unos trucos que pueden reducir estas dichosas marcas.
Remedios naturales
Los insecticidas, las pulseras repelentes y muchos otros trucos que ya vienen preparados son una buena ayuda si necesitamos rapidez. Sin embargo, hay trucos naturales que incluso consiguen más efectividad, y que puedes crear en casa con pocos materiales afectando menos al medioambiente.
- Plantas aromáticas. La menta, el laurel, la caléndula, la lavanda o la muy efectiva citronela, son algunas de las plantas que podemos tener en los rincones de casa donde más acumulación de mosquitos se cree. Además, con estas plantas podemos hacer de forma sencilla aceites o velas para decorar nuestras estancias.
- Repelente con limón. Si colocamos medio limón con la planta de los clavos de olor en nuestra habitación, estaremos protegidos durante la noche ante cualquier bichillo que se nos quiera acercar.
- Café. Después de hacernos y tomarnos el café, podemos utilizar los posos que sobran para crear un excelente antimosquitos. Cuando estos posos están secos por completo, procedemos a quemarlos con una cerilla, lo que crea un humo nada atractivo para los mosquitos.
- Agua y azúcar. Uno de los trucos más utilizados en huertas y terrazas. Consiste en cortar una botella de agua o de refrescos por la mitad, depositar unos 20 cl de agua y 50 g de azúcar. A esta mezcla se le puede añadir también levadura en polvo para mayor efectividad. Tras juntar los mejunjes, colocamos la otra mitad de la botella en forma de embudo para que los invertebrados caigan en la trampa.
Es muy probable que no veas venir a los mosquitos y las picaduras aparezcan mágicamente en tu piel, pero si cuidas tu ambiente con estos pequeños trucos puedes conseguir reducir las picaduras de mosquitos este verano.