Mirando con los datos publicados por la Organización Mundial de la Salud, casi 370.000 personas mueren ahogadas todos los años en el mundo. En el Estado se ahogan entre 400 y 500 personas cada año. De todas ellas, el 55% en playas, el 15% en piscinas y el resto, 30%, en otras áreas acuáticas como ríos, canales y pantanos, entre otros.

Tal y como así lo indica el Informe Nacional de Ahogamientos de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo, en 2023 se produjeron 422 muertes por ahogamiento, un 8% más que en 2022. En los primeros seis meses de 2024 han fallecido ya por ahogamiento 198 personas, siendo desgraciadamente el mes junio de 2024 el segundo con más ahogamientos desde 2015. Unos datos que muestran la importancia de no bajar la guardia.

Consejos para evitar ahogamientos en playas y piscinas

Además de respetar el tiempo de digestión, de salir del agua si se está cansado o se siente frío y de actuar con serenidad y pedir ayuda en caso de necesitarla, hay una serie de claves que hay que tener muy presentes para evitar ahogamientos en playas y piscinas.

Una piscina, en una imagen de archivo. Freepik

Supervisión continúa

La vigilancia es esencial, tanto por parte de los socorristas como de los padres. La supervisión constante es clave para prevenir accidentes. Según apuntan los expertos, un niño se puede ahogar en zonas de apenas 30 cm de profundidad.

Bañadores de colores brillantes

El color del bañador puede, literalmente, salvarle la vida a un niño. Por eso es importante elegir correctamente. Los expertos recomiendan optar por un bañador de color rojo, amarillo, naranja, verde fluorescente o rosa chillón. Estos colores aumentan la visibilidad en la piscina.

Utilizar chaleco salvavidas

Según apuntan desde la Organización de Consumidores y Usuarios, la principal medida activa que deben llevar los padres consiste en que los niños aprendan a nadar cuanto antes y que lo hagan con ayuda. Es recomendable el uso de chalecos, manguitos y burbujas.

Respetar la señalización

Es esencial no nadar en áreas con banderas rojas y evitar nada solo en lugares lejanos. La bandera verde significa que no hay riesgo, amarilla que se puede bañar con precaución y sin alejarse de la orilla y roja, no bañarse. También hay que prestar atención a la señalización de las piscinas. En estos casos suele indicarse la prohibición de tirase al agua en zonas de poca profundidad.

Bandera que alerta de la presencia de medusas en la playa de La Arena, Muskiz Borja Guerrero