La selva de Irati es uno de los parajes más bellos e interesantes de nuestra geografía. No en vano es el segundo hayedo-abetal más importante de Europa, solo superado por la Selva Negra alemana. Un bosque impresionante que nos ofrece muchísimas opciones para conocer sus encantos, rutas y paseos aptos para todo el mundo, algunos de los cuales nos sumergen en las viejas leyendas mitológicas. Hoy, descubriremos uno de estos enclaves de leyenda como es la ermita de Salbatore de Mendibe.
El templo guarda los mitos de Basajaun, el gran señor del bosque, siendo además uno de los pocos parajes donde localizamos leyendas unidas a Basandere, la señora del bosque.
Nos vamos a tierras de NafarroaBehera, al norte de los Pirineos, para realizar una ruta lineal que partirá desde los Chalets de Iraty y concluirá junto a la propia ermita de Salbatore, donde previamente habremos estacionado un coche. Llegamos hasta el Centro de Visitantes de los Chalets de Iraty, donde aparcamos el segundo vehículo. Desde el mismo parking parte una marcada pista en ascenso hacia el norte, pasando junto a uno de los chalets, que alcanza un cruce de caminos. Optamos por seguir hacia la izquierda hasta introducimos en el bosque y trazar un descenso en zigzag que nos lleva hasta un pequeño lago junto a la carretera general.
Una vez en la vía asfaltada, giramos hacia la izquierda unos pocos metros, en dirección a los Chalets, y localizamos un sendero que, junto a un poste de conducción eléctrica, sale a nuestra derecha hacia la floresta. Caminamos por él, sumergiéndonos de lleno en la magia del hayedo, y continuando en dirección oeste hasta salir a un pequeño mirador, junto a una mesa de orientación. Estamos sobre el paraje conocido como Chalet de Pedro, al que descendemos por un sendero, perfectamente balizado. Una vez en el vallecito, nos dirigimos hacia un restaurante y centro de información, llamado Chalet de Cize. A la izquierda nace un sendero balizado que se dirige hacia un puentecillo y que debemos tomar. Obviando el puente, giramos a la derecha, siguiendo el cauce del regato, que en varias ocasiones vadearemos sin problema. Unas marcas amarillas nos van indicando la ruta hasta topar con una borda de pastores.
El sendero alcanza un cruce, donde seguimos las balizas amarillas, y comienza a ganar altura, regalándonos bellas vistas de Irati. Caminamos bajo la cota del Saroberri, donde se localizan un grupo de chabolas, hacia donde nos encaminamos. Tras la majada, el camino se amplía y llega al collado de Burdinkurutzeta, por donde pasa la carretera D-18. Un sendero paralelo a la carretera desciende hasta el collado de Saint Sauver, donde hemos dejado el segundo coche.
Pero antes, cruzamos la vía y seguimos una pista de frente que en poco tiempo nos lleva a la ermita de Salbatore de Mendibe. Este templo, abierto hacia las cimas pirenaicas, nos ofrece hermosas vistas sobre las cimas de Arbaila, con el Behorleguy frente a nosotros. Pero también guarda los secretos de la vieja mitología, unido a una curiosa leyenda del gran señor del bosque de la mitología vasca, Basajaun.
Basajaun y Basandere Basajaun, el señor del bosque, habita en cuevas en lo más profundo del soto y, aunque en algunos lugares se le otorga carácter maligno, es, a pesar de su terrorífico aspecto, un genio protector.
Basajaun es, posiblemente, la representación de un antiquísimo culto vinculado a los árboles y el bosque que paulatinamente fue adquiriendo forma “humana”, dando lugar a este ser mitológico. Un paseo por nuestros bellos hayedos o robledales nos conectan directamente con la esencia de este mito arcaico y bello, sintiendo su pausado caminar en la hojarasca, junto a nosotros.
Salbatore de Mendibe, protagoniza la siguiente leyenda:
“Cuentan que Basajaun vivía junto con su mujer Basandere, en la cueva de Galharbeko-potxa, ubicada en la selva de Irati. Basajaun había robado un candelabro precioso que se le había antojado a su esposa. Un día, caminaba por el bosque un muchacho del caserío Lohibarria, situado en la localidad de Mendibe, cuando acertó a pasar junto al antro de los genios. En la entrada de la caverna, Basandere peinaba sus cabellos, junto al candelabro al que había sacado brillo recientemente. El chico robó el objeto y salió corriendo, perseguido por Basandere. Basajaun, que se encontraba en lo alto del monte oyó lo que ocurría y se lanzó también a perseguir al joven. Los númenes iban a dar alcance al pastor, justo cuando llegaba a la ermita de Salbatore de Mendibe, y este gritó:
- Jondoni Salbatore, zuretzat nuen. Othoiurrikalzakizkit (Señor San Salvador, lo tenía para usted; por favor tenga piedad de mí).
Inmediatamente la campana del templo comenzó a sonar, y los genios tuvieron que detenerse. Basajaun dijo al joven:
- Te ha valido esa campana, pero cuando te pille en ayunas lo pagarás.
Transcurrido algún tiempo, el pastor caminaba por el bosque y se topó con Basajaun, recordó entonces que se hallaba en ayunas. Rápidamente metió la mano en el bolsillo y cogió unos granos de trigo que llevaba, se los tragó y el genio desapareció”.
Tras disfrutar de la magia del templo y de la mitología de las montañas, regresamos al coche, dando por concluida la ruta.
ACCESO: La carretera D-18 asciende hacia Irati pasando muy cerca de la ermita de Salbatore, desde la localidad bajonavarra de Lekunberri. A unos 10 kilómetros de la localidad, encontramos un amplio parking a la izquierda, así como la pista que lleva al templo. Siguiendo la carretera, que se convierte en la D-19 en el Chalet de Pedro, llegamos, en unos 11 kilómetros desde Salbatore, a los Chalets de Iraty.
DISTANCIA: 8 kilómetros
DESNIVEL: 400 metros
DIFICULTAD: Media. Ruta larga