En lo alto de un cerro a casi 800 metros de altitud, y ubicado dentro del municipio de Zambrana, se alza el Castillo de Portilla, también conocido como Zabaletako Gaztelua en euskera, una joya del patrimonio histórico de Álava.

Este conjunto monumental es una de las fortalezas más emblemáticas que hay en la zona, así como un testigo silencioso de la evolución histórica de Euskadi, desde la Edad Media hasta la actualidad.

Un lugar cargado de historia

El Castillo de Portilla tiene su origen en el siglo XI, cuando fue construido por orden del monarca Sancho III el Mayor o su hijo García Sánchez III, como parte de una estrategia para fortalecer el Reino de Pamplona frente al Condado de Castilla. 

Aunque las primeras referencias escritas datan del año 1040, las excavaciones arqueológicas revelan que este lugar estuvo ocupado desde mucho antes, al menos desde los primeros siglos de la Edad del Hierro.

Durante la Edad Media, el castillo fue un importante enclave defensivo en la región. Su ubicación estratégica permitía controlar los caminos que conectaban el valle del Ebro con los valles de los ríos Ayuda e Inglares. 

A lo largo de los siglos, esta fortaleza ha vivido importantes episodios históricos, como el intercambio en 1200 con Castilla por la fortaleza de Miranda de Arga o el asedio de 1288 durante la guerra civil castellana liderada por Sancho IV.

Sin embargo, la relevancia del castillo fue disminuyendo con el tiempo, sobre todo después del desplazamiento de la frontera hacia el este. Para el siglo XVI, la fortaleza ya había sido completamente abandonada.

El conjunto monumental: más allá del castillo

El Conjunto Monumental de Portilla, es decir, su patrimonio cultural, no se limita a la imponente fortaleza que corona el cerro. Incluye también los vestigios de la antigua villa medieval de Portilla, sus murallas y los restos de la iglesia de Santa María

Este complejo arqueológico de Álava ofrece un fascinante recorrido por diferentes épocas históricas y una oportunidad para comprender cómo era la vida en el medievo. De hecho, los estudios arqueológicos han descubierto restos de la época tardo-romana, utensilios de la Edad del Hierro y estructuras medievales

Asimismo, el castillo y la villa se integran en un cresterío natural que explica la importancia estratégica de este enclave y cuenta con vistas espectaculares. Desde lo alto, se puede disfrutar de panorámicas de 360 grados que abarcan el valle del Ebro y las montañas circundantes.

Símbolo de identidad alavesa

El Castillo de Portilla no solo es un tesoro histórico, ya que es un símbolo de la identidad de Álava. Su torre aparece representada en el escudo del territorio, estando presente en la cultura local desde hace mucho tiempo. 

Este monumento recuerda la importancia de Álava en la historia medieval, además de ser un ejemplo del esfuerzo por preservar el patrimonio para futuras generaciones.

Actualmente, y tras un cuidadoso proceso de consolidación, se han habilitado accesos que permiten a los visitantes explorar el castillo y la antigua villa de forma segura y respetuosa con el entorno.

El Castillo de Portilla, en Álava Redacción DNA

Un espacio para aprender y disfrutar

El Conjunto Monumental de Portilla, al margen de dar a conocer la historia, invita a disfrutar de la naturaleza. Este lugar es perfecto para quienes buscan combinar una experiencia cultural con una jornada al aire libre. 

El espacio, convertido en un bosque que convive con los vestigios arquitectónicos del castillo, es ideal para pasear por senderos que conectan los puntos clave del conjunto monumental.

Para hacer la visita más didáctica, se puede descargar un plano interactivo que guía a los visitantes a través de la historia del lugar. Del mismo modo, hay imágenes, dibujos y esquemas en el recorrido que permiten imaginar cómo era la vida antaño.

El castillo también organiza visitas guiadas que exploran sus 2.500 años de historia. Estas actividades incluyen recorridos explicativos y eventos especiales que buscan acercar a los visitantes al patrimonio cultural y natural de la región.

¿Cómo llegar?

Portilla, en Álava, se encuentra en el municipio de Zambrana, cerca de la A-68 y a unos 30 minutos en coche desde Vitoria. Desde la capital alavesa, toma la AP-68 hacia Logroño y desvíate en Zambrana. Luego, sigue las indicaciones hacia Portilla. 

Para quienes prefieren transporte público, hay autobuses a Zambrana, pero necesitarás caminar o tomar un taxi hasta Portilla. Sea como sea, las opciones son múltiples para ir a conocer esta joya cultural e histórica.