En el mundo de la hostelería, los abusos y el incumplimiento de derechos laborales están a la orden del día. Por desgracia, y a diferencia de en otros sectores, en este ocurren frecuentemente. Por no hablar de un fenómeno que se repite bastante entre los nuevos empleados: “estás en prueba”

Con este pretexto, no pocos hosteleros se aprovechan para tener empleados que realizan jornadas laborales sin contrato o trabajando sin ser dados de alta en la Seguridad Social, tal y como ha ocurrido recientemente y que se ha hecho viral en las redes sociales.  

Una conversación tensa

Hay un caso que ha ocurrido hace poco,ocurrido en la red social X (anteriormente Twitter), donde la cuenta @SoyCamarero, que narra la realidad del sector hostelero, ha incendiado la redes con un testimonio donde no hay derechos laborales 

Se trata de una conversación vía WhatsApp entre un hostelero y una trabajadora. La empleada lleva varios días en un bar, cumpliendo con sus funciones, pero sin recibir todavía su contrato e información acerca de sus derechos laborales

Su responsable le hace saber que el lunes podrá librar porque el establecimiento no abre por las tardes. Ella pregunta si a partir del martes tendrá también turno por la tarde, a lo que, para salir de dudas cuanto antes, le escribe lo siguiente: “Me tienes que confirmar”.

Pasan unas horas sin recibir respuesta y la trabajadora insiste: “Estoy esperando tu confirmación ya que llevo desde el día 11 allí trabajando sin darme de alta ni saber nada tampoco del contrato y condiciones. Debes confirmarme porque ando denegando también otras ofertas”. 

Las excusas más habituales

El empresario responde con una excusa muy frecuente en este tipo de situaciones: “Pues no puedo confirmar nada, estamos de prueba”. Una contestación a la que la empleada sale al paso: “Entiendo que quieras hacer un periodo de prueba, pero según la ley, incluso en prueba es obligatorio darme de alta en la Seguridad Social y firmar un contrato desde el primer día”.

Acto seguido, el hostelero reacciona casi de inmediato de manera tajante y sin darle la oportunidad de continuar en el puesto: “Bueno, pues entonces no puedes volver”, sin tener en cuenta sus derechos laborales.

Una persona paga en un local de hostelería Pexels

Exigir lo justo no es un privilegio

Antes que quedarse callada, la trabajadora exige el pago de los días trabajados. Según su recuento, desde el 11 al 22 de julio, ha estado ocho horas y media diarias de 7:30 a 15:00, y los días 23 y 24, otras siete horas de 8:00 a 15:00. 

La conversación entre las dos partes termina de una forma algo abrupta: “Se líquida todo. Ya te aviso mañana”. 

Un hostelero coloca sillas en una terraza. EP

Una escena cotidiana

Este tipo de ejemplos muestran claramente cómo en la hostelería se siguen incumpliendo las condiciones laborales de muchos empleados. Es más, cada vez más trabajadores piden los salarios y horarios dignos que les corresponden y que se respeten sus derechos.