El Pleno del Congreso debatirá y votará este miércoles las enmiendas de totalidad que PP, Vox y Junts han presentado para devolver al Gobierno el proyecto de la reducción de la jornada laboral a 37,5 horas, un examen parlamentario crucial para el que PSOE y Sumar no cuentan con mayoría suficiente y está pendientes de que Junts pueda levantar la barrera y, en su caso, de que no haya ausencias, incluyendo al exministro socialista José Luis Ábalos.
Aunque son tres textos distintos, sólo habrá una única votación, ya que PP, Vox y Junts coinciden en pedir la devolución del texto al Ejecutivo. Y las tres formaciones suman una mayoría absoluta de 177 diputados que serviría para dar al traste con el proyecto estrella de la vicepresidenta Yolanda Díaz.
Es una votación importante porque de no superarse el examen, la ley se retiraría del Congreso y el Gobierno tendría que comenzar con su elaboración de nuevo. Es por ello que el Ejecutivo intensificará las negociaciones con Junts para que retiren su enmienda y también se cerciorará de que no se produzca ninguna ausencia en su bloque, tampoco la del exministro ahora integrado en el Grupo Mixto, en una votación que se presenta muy ajustada.
Si Junts retira su enmienda de totalidad y se une al Gobierno para rechazar los vetos de PP y Vox, el proyecto de ley seguirá adelante sin problemas. En cambio, si la formación independentista se queda en la abstención, el Gobierno necesitará a todos sus socios para superar los 171 votos que suman PP, Vox y UPN, y en ese caso la presencia del exministro Ábalos puede ser determinante.
Eso sí, superar este primer test sólo es el principio de un largo camino, porque a partir de ahí habrá que dar tiempo a presentar enmiendas al articulado y seguir las negociaciones con los grupos en busca de una redacción que obtenga respaldo mayoritario.
Díaz volverá a llevar la ley si la tumban
Y si el Congreso tumba la reforma, la vicepresidenta Díaz ya ha avanzado que volverá a llevar a la Cámara Baja el proyecto, aunque todo se retrasará ya que la tramitación deberá empezar desde el principio.
Trabajo quería que esta votación se produjera en julio, antes del cierre del periodo de sesiones, pero las dificultades para convencer a Junts de retirar su enmienda y llegar a un acuerdo obligaron a posponer el debate a la vuelta del verano.
La formación catalana de momento mantiene su enmienda de totalidad, pero desde el Ministerio de Trabajo aseveran que este proyecto "ya no admite más aplazamientos" porque se trata de una norma que más de doce millones de personas están esperando.
"El Gobierno ya ha hecho su trabajo. La ciudadanía ya se ha pronunciado en la calle y en los centros de trabajo. Ahora corresponde a los grupos políticos convertir ese consenso social en un consenso parlamentario", apostillan en el departamento de Yolanda Díaz.