No hubo sorpresas. Como ya sucedió hace una semana en las Juntas de Gipuzkoa, PNV y EH Bildu hicieron valer este miércoles su mayoría abertzale en las Juntas de Bizkaia, y aprobaron una resolución en materia de autogobierno que incluye el derecho a decidir. EH Bildu había anticipado su intención de extender esta votación a otras instituciones en su apuesta por retratar al PNV. A los jeltzales les quedaba poco margen para hacer otra cosa que no fuera secundar su posición histórica en un debate que forma parte de su ADN desde su fundación, aunque sospechan que la intención de Bildu es dividir al gobierno PNV-PSE. 

La resolución, que llegaba tras el pleno de política general, volvió a ser rechazada por el PSE, que gobierna en coalición con el PNV en Bizkaia y en las principales instituciones vascas. Su secretario general, Eneko Andueza, identifica el derecho a decidir con la independencia y lleva días avisando al PNV de que su acuerdo de gobierno lo obliga a actuar dentro de la legalidad. Pero por ahora los socialistas se mantienen a la expectativa para ver en qué se concretan estos movimientos, si es que van más allá. El PNV ya aclaró que plantea un acuerdo sobre el nuevo estatus a tres, no solo entre abertzales, porque los socialistas lo tumbarían en el Congreso de los Diputados.

La propuesta sobre el derecho a decidir

El derecho a decidir se contenía en la propuesta de resolución número cinco de las Juntas, la que se refería al autogobierno vasco y un nuevo estatus de relación con el Estado. El debate llegaba después de que la diputada general, Elixabete Etxanobe, dejara caer que defiende un nuevo estatus de autogobierno pero no puede ser muy explícita porque convive con el PSE en su gobierno. La propuesta defendía, entre otros puntos, cumplir íntegramente el Estatuto de Gernika actual (cuestión que celebra el PNV tras décadas de menosprecio por parte de la izquierda abertzale), recuperar el autogobierno erosionado, ampliar el “quantum” de competencias, reconocer a Euskadi como nación, respetar la pluralidad, y el derecho a decidir como materialización de los derechos históricos. También se incluía la bilateralidad con el Estado.

La resolución recibió los votos en contra de PSE y PP, y la abstención de Elkarrekin. La propuesta era de EH Bildu, y el PNV la respaldó. Iker Casanova negó que el objetivo de Bildu sea utilizar esta cuestión como elemento de desgaste para el PNV, pero aprovechó para lanzar una crítica a los jeltzales y pedirles que “den prioridad a la lucha por ese nuevo estatus por encima de las tentaciones de mantener el status quo; que no apuesten por el conservadurismo, por ganar o por mantener ciertas mayorías y equilibrios y comodidades institucionales, sino que hagan una apuesta como país”.

Desde el PNV, Jesús Lekerikabeaskoa aclaró que a nadie le puede sorprender el respaldo de los jeltzales al derecho a decidir y el cumplimiento del Estatuto de Gernika actual, lo que le dio pie a dar la “bienvenida” a la izquierda abertzale décadas después. “Nunca hemos tenido ninguna duda al respecto y hoy tampoco nos tiembla la mano ni la voz para decirlo”, zanjó.

El PSE pide "cordura"

Desde el PSE, Goyo Zurro insistió en que la posición socialista es garantizar la pluralidad y respetar la legalidad vigente. Todo lo demás “es una pérdida de tiempo” y genera enfrentamiento como, según dijo, “el plan Ibarretxe o el procés catalán”. Por ello, apeló a la cogobernanza para que Euskadi “no abandone la senda de la cordura, del respeto a las instituciones y las leyes”.