Pedro Sánchez ha activado una ronda de contactos con los presidentes autonómicos en un contexto de turbulencias por las conversaciones con Catalunya para dotar al territorio de un sistema singular de financiación. Pero esta ronda del presidente español, de paso, brindará otra oportunidad al lehendakari para poner sobre la mesa cuestiones como el cumplimiento íntegro del Estatuto de Gernika y sus 29 transferencias cuando ha pasado muy poco tiempo desde su última reunión, el 26 de julio en Ajuria Enea. La Moncloa ha anunciado este viernes los contactos relativamente por sorpresa, en la medida en que la nota llegó a los medios de comunicación antes de que Lehendakaritza recibiera llamada alguna. Pero fuentes de la presidencia española confirman a este periódico que Sánchez recibirá también a Imanol Pradales a pesar de que se vieran hace menos de dos meses tras la investidura del jeltzale. “Se convoca a todos por orden de aprobación de los estatutos de autonomía”, dicen.

Si hubiera margen, Pradales sería el primero, seguido por el president socialista de Catalunya, Salvador Illa. Las reuniones tendrán lugar en La Moncloa. En cuestión de semanas y nada más ser investido, prácticamente se puede decir que Pradales acumula ya las mismas reuniones presenciales con Sánchez, que el lehendakari Urkullu en la anterior legislatura. Todo ello, en un contexto de mayor necesidad de apoyos de Sánchez en el Congreso de los Diputados.

Se da la circunstancia de que Pradales y el presidente español tenían pendiente una tercera reunión para octubre, ya que estaba previsto que ambos liderasen el encuentro inaugural de la Comisión Permanente de transferencias que va a abordar todo el proceso de negociación pendiente. Así lo apalabraron en su cita de julio. En cualquier caso, la nueva ronda de Sánchez con los presidentes siembra la duda de si mantendrá la fecha de la Comisión o si revocará su propia asistencia a ese foro, en vista de que no alterar los planes supondría verse con Pradales tres veces en dos o tres meses. Sánchez, además, volverá a estar fuera del Estado español a finales de septiembre por su visita a Nueva York. Fuentes de La Moncloa se ciñen a “la agenda del día” sin hacer previsiones a largo plazo, aunque desde el Gobierno vasco no creen que esta nueva ronda deba echar por tierra los planes. De hecho, esta nueva ronda con todos los presidentes podría ayudarlo a diluir el impacto informativo de sus negociaciones con las instituciones vascas y con las catalanas, que por ahora son las que mayor atención están recibiendo por parte de La Moncloa, en consonancia con su necesidad de apoyos en el Congreso.

El antes y el después

En ese sentido, tras las elecciones generales de julio del año pasado, el PNV dedujo que la relación con Pedro Sánchez iba a ser más fluida porque la aritmética del Congreso lo obliga a contar con los votos de todos sus socios para sacar adelante sus leyes y Presupuestos. Los cinco escaños de los jeltzales se han vuelto imprescindibles. En este nuevo contexto, se está produciendo una situación hasta cierto punto insólita en los últimos tiempos. Pradales fue investido hace tres meses, el 20 de junio, y un mes después ya estaba celebrando su primera reunión con Sánchez, quien además decidió desplazarse a Ajuria Enea a modo de gesto. Hizo lo mismo con el ya expresident Pere Aragonès, de ERC, en un momento crítico para cerrar la investidura de su sucesor, el socialista Salvador Illa. Ahora, con el verano como única pausa, Sánchez va a cerrar otra reunión con Pradales, y está por ver si se mantiene la tercera. En la legislatura anterior, Lehendakaritza se las vio y deseó para tener una interlocución bilateral con Sánchez, y en muchos casos no la logró.

En 2020, con el lehendakari Urkullu, en la época del coronavirus, Sánchez lo apostó todo a la carta de la cogobernanza con las comunidades y a las reuniones de presidentes multilaterales y por videoconferencia. No había demasiado espacio para la bilateralidad, y el mando único de Sánchez en la época del confinamiento tampoco ayudaba a engrasar las relaciones. En enero de 2021, Iñigo Urkullu mantuvo una reunión presencial con Sánchez, un encuentro que volvería a mantener en 2022. Pero nunca fueron tantas citas como hubiera deseado el lehendakari, quien denunció en varias ocasiones que sus llamadas, mensajes y las demandas acuciantes de Euskadi eran despachadas por Sánchez con meros acuses de recibo sin entrar al fondo del asunto. Es cierto que coincidieron en alguna conferencia de presidentes presencial y que el lehendakari deslizó que hubo algún contacto privado, pero saltaba a la vista la parálisis en las transferencias y también el empeño de Sánchez en convocar citas multilaterales.

Transferencias, TAV, Concierto...

Ahora, Pradales tendrá otra oportunidad para repasar asuntos como las transferencias, y para pedirle que el Gobierno español acelere los informes sobre la conexión del TAV con Nafarroa. También podrá pedirle que el debate de la financiación catalana no salpique al Concierto Económico vasco. La relación está siendo fluida a todos los niveles, también entre el PNV como partido y el Gobierno español. Andoni Ortuzar, Aitor Esteban y el ministro Félix Bolaños se reunieron el jueves en Madrid y, como adelantó este periódico, ya se han retomado los Presupuestos.

La ronda de presidentes busca, según La Moncloa, reforzar y fortalecer la colaboración, potenciar el diálogo e impulsar el entendimiento institucional. Esta ronda llega después de que el PP diera la consigna a sus presidentes de rechazar cualquier negociación bilateral con Sánchez en plenas tensiones por la financiación.