En puertas de que este miércoles tenga lugar una primera jornada de huelga dentro del sector público convocada por los sindicatos ELA, LAB, CCOO, Steilas, Satse y Esk, el lehendakari denuncia en un artículo que publica este medio de comunicación en sus páginas este lunes la visión “populista” de quienes estarían lanzando mensajes de trazo grueso para que todos los servicios sean públicos y se conviertan más personas en funcionarias, como si el dinero público que se recauda de los ciudadanos fuese ilimitado para sostener toda esa estructura, y no hubiera que apoyar también otras necesidades, el empleo de la empresa privada, a los autónomos o las cooperativas. 

No se puede utilizar todo el dinero público, los ahorros de los ciudadanos, para pagar únicamente las nóminas de los funcionarios. Ese no es, al menos, nuestro modelo. Asumimos que nuestros recursos son limitados y, teniendo eso en cuenta, tratamos de mejorar cada día nuestros servicios públicos y las condiciones de los trabajadores públicos. Eso sí, dejando claro que, para avanzar como sociedad, es imprescindible ahorrar, invertir y proteger el mundo de la empresa”, defiende, para añadir que las empresas, las cooperativas o los autónomos son imprescindibles para que siga creciendo el “tesoro” público de los ahorros de la ciudadanía. Las empresas crean riqueza, viene a decir, y por ello seguirá defendiendo la colaboración público-privada. De la empresa privada depende el volumen de recaudación fiscal (por el Impuesto de Sociedades, además del IRPF de las personas empleadas), que a su vez nutre los servicios públicos. Además, Urkullu denuncia que estos discursos amenazan la sostenibilidad económica de Euskadi.

Iñigo Urkullu afronta esta semana una primera jornada de huelga del sector público, a la que seguirá el 19 de diciembre una segunda jornada de protesta. Esta tensión es un foco de desgaste importante porque puede volver a propagar el discurso de que los servicios públicos, y particularmente Osakidetza, ya no brillan como lo hacían antes. Las elecciones vascas tendrán lugar en la primera mitad del año que viene, y sobrevuela una eventual repetición de las generales.

"Estrategia del populismo"

En este contexto, en el artículo titulado Euskadi: errealitatea VS populismoa (Euskadi: realidad VS populismo), Urkullu trata de desmontar con datos esas críticas y reivindica las inversiones de su Gobierno, y también alerta de que no se podría convertir cualquier servicio en público porque pone en riesgo el bienestar y la sostenibilidad económica del país.

“Nunca he ocultado los problemas”, dice el lehendakari, pero denuncia la actitud de quienes difunden una realidad “basada en percepciones interesadas”. “La estrategia del populismo es conocida en todo el mundo. Dicen lo que quiere escuchar una parte de la sociedad cada vez que les ponen un altavoz. En nuestro caso, dicen lo siguiente: que los servicios públicos están en declive, que las condiciones laborales en el sector público van a peor, que la administración es un saco ilimitado de dinero, o que las privatizaciones de servicios públicos son constantes, entre otras cosas. Los populismos no ofrecen ningún dato objetivo ni mencionan fuentes”, lanza.

"No se debería utilizar a la gente para defender los intereses propios. No es legítimo engañar a la gente”

Iñigo Urkullu - Lehendakari

Urkullu considera que esa actitud “irresponsable” es “muy peligrosa”. “Puede hacer que se tambalee nuestro bienestar. No se debería utilizar a la gente para defender los intereses propios. No es legítimo engañar a la gente”, avisa. El lehendakari justifica su posición en que, por un lado, “las instituciones no cuentan con recursos ilimitados”, sino que tratan de gestionar de la manera más eficiente los ahorros de toda la ciudadanía. “En Euskadi tenemos un modelo, que con todos sus claroscuros ha mostrado su eficiencia. Sobre todo, en los momentos difíciles”, reivindica.

Defiende que “no se pueden hacer públicos todos los servicios porque sería insoportable para nuestra economía”. “Es fácil decir este servicio se tiene que hacer público; estas personas tienen que convertirse en funcionarias. Es fácil decirlo, pero imposible de hacer. La pregunta es: ¿Cómo lo soportaría nuestra economía dentro de unos pocos años?”, se pregunta, para concluir que al populismo le dan igual esas consecuencias porque solo juega al corto plazo.

Inversión social e industria

Frente a la imagen “catastrofista” que se difunde sin datos, contrapone las cifras de crecimiento de las inversiones, si bien matiza que no se conforma y que hay que “mejorar”. Por ejemplo, destaca que el PIB de Euskadi ha crecido un 30% en diez años, que la tasa de paro era del 16,6% y ahora se ha desplomado al 7,4%, que el gasto sanitario por persona ascendía a 2.700 euros y que ahora es de 3.500, y que la vasca es la comunidad que más invierte en educación con 1.426 euros por estudiante, frente a la media estatal de 1.029. La industria y los servicios avanzados son el 40,8% del PIB.