Hemos aprendido de quienes nos precedieron que Euskadi como prioridad significa, por una parte, saber interpretar adecuadamente el pálpito de nuestra sociedad en cada momento; y, por otra, desarrollar, evolucionar y adecuar nuestro ideario a las necesidades que presenta cada momento histórico en el mundo y en nuestro País. Después de la generación de Sabino Arana, el Lehendakari José Antonio Agirre fue un referente en este modo de entender y promover el sentido de la política y el compromiso institucional. Repasar su vida y biografía, junto a la acción desplegada al frente del primer Gobierno Vasco, además de acompañar la historia del siglo XX, es reflejo de ese doble compromiso con el mundo y la sociedad vasca. Aquel primer Gobierno Vasco tuvo la visión de vincular el desarrollo de la construcción de la Nación vasca con el proceso de construcción de una Comunidad europea. El Lehendakari Agirre y su Gobierno participaron, desde primera línea, en la génesis del proyecto de la Unión Europa, tal y como hoy la conocemos. El Gobierno Vasco en el exilio apostó decididamente por las fuerzas aliadas y por la democracia cuando el fascismo dominaba Europa. Cuando el eje Alemania-Italia-España ofreció un acuerdo de colaboración, lo rechazó tajantemente. En la sede de la Delegación del Gobierno Vasco en París se crearon los Nuevos Equipos Internacionales, el germen de la Democracia Europea. La divisa de los Nuevos Equipos Internacionales en el funeral del Lehendakari Agirre se encuentra en Ajuria-Enea. Aquella sede en París, por cierto, fue adquirida por EAJ-PNV gracias a las donaciones de las personas exiliadas, y fue incautada durante la Guerra Mundial por los nazis, devuelta en 1945 y entregada a Franco por el Gobierno francés en 1950. A partir de este mismo año, el Gobierno Vasco va a contar nuevamente con una Delegación en París, al servicio de toda la sociedad vasca. El Lehendakari Agirre trabajó siempre por un Gobierno de unidad, por el acuerdo y la utilización exclusiva de las vías políticas y democráticas. Su ideario era “marchar juntos, con ideologías diferentes, por Euskadi”. Una frase resume bien su militancia por la paz y el diálogo como forma de resolver los conflictos: “No queremos más sangre. Queremos que todos los problemas se vayan dilucidando como deben dilucidarse entre los pueblos y entre los hombres civilizados: con el diálogo, con la persuasión, con el convencimiento”. Visión estratégica aplicada a momentos de gran incertidumbre, complejidad y trascendencia. Salvando las distancias, vivimos hoy una coyuntura histórica caracterizada por una incertidumbre, complejidad y trascendencia de características, lógicamente, muy diferentes; pero de similar gravedad por su profundidad y dimensión global. En diciembre de 2019 habíamos logrado recuperarnos de los efectos de la crisis financiera internacional desencadenada en 2008. Pocos meses después, en marzo de 2020, la Organización Mundial de la Salud decretó la pandemia. La presente legislatura, tras año y medio de estados de alarma y medidas preventivas, pudimos dejar atrás en Euskadi la situación de emergencia sanitaria. Tan solo dos semanas después, el 24 de febrero, Rusia inició su agresión unilateral contra Ucrania, con gravísimos efectos humanitarios, sociales y económicos. En esta situación, realizar una lectura correcta del contexto y el entorno político, económico y social es imprescindible para afrontar con garantías nuestro futuro. La incertidumbre domina el panorama internacional. Europa vuelve a ser un referente geopolítico de primera línea ante la invasión de Ucrania, la crisis de suministro energético y la inestabilidad internacional que afecta tanto a la Unión Europea como a los Estados miembro. Nos corresponde elevar la mirada, vivimos una realidad en la que el multilateralismo y la máxima colaboración internacional son indispensables. La concertación, tanto en Naciones Unidas como en la Unión Europea, constituye un valor determinante para enfrentar la situación actual. Euskadi debe formar parte activa de esa concertación. La agenda vasca es la agenda de los mejores esfuerzos internacionales por la paz, la convivencia, la igualdad, la prosperidad o el medio ambiente. Contamos con un gran activo, el modelo vasco de Desarrollo Humano Sostenible. Un modelo anclado en las cinco P de Naciones Unidas: People-Sociedad, Prosperity-Prosperidad, Peace-Paz, Planet-Tierra, Partnership-Alianzas. El modelo vasco se alinea y compromete con la Agenda 2030 de Naciones Unidas y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, en nuestro caso 17 más 1 porque priorizamos también la cultura. Este modelo, unido a la capacidad demostrada de alcanzar acuerdos políticos, institucionales y público-privados, ha hecho de nuestro País lo que es hoy. Esta va a seguir siendo nuestra actitud porque es la mejor inversión para afrontar las incertidumbres que tenemos por delante. Hemos demostrado capacidad de respuesta y superación como Pueblo. Nuestra prioridad ante la crisis financiera fue recuperar la actividad económica y el empleo, garantizar la protección social de las personas más vulnerables; garantizar el equilibrio presupuestario y la solvencia de las cuentas públicas. Nuestra prioridad ante la pandemia ha sido y sigue siendo preservar la salud pública y hacer todo lo posible para garantizar la vida de las personas. Nuestra prioridad ante la crisis de Ucrania ha sido la defensa de los valores de la democracia y la libertad. También, priorizar la respuesta a la crisis energética y de precios, iniciada con anterioridad a la invasión. Hemos tratado de sumar esfuerzos para acoger a las personas afectadas y amortiguar, en lo posible, los efectos en las familias, sobre todo las más vulnerables. Esta respuesta sigue en marcha, analizando la coyuntura con cercanía y en contacto con los sectores afectados, evaluando los resultados de las decisiones aplicadas, planteando nuevas medidas. Este jueves, en el Debate de Política General en el Parlamento Vasco, hemos presentado 40 medidas y el nuevo Programa Hitzartuz, compartido con las Diputaciones Forales. Compartimos estrategia y prioridades: garantizar la cohesión social (el corazón de nuestro ideario); generar actividad y empleo (nuestro motor); responder al cambio climático (la piel del País); priorizar el reto demográfico, la emancipación de la juventud (la mente de Euskadi); la internacionalización de Euskadi Basque Country; y el compromiso con la cultura vasca y el euskera (el alma de nuestro Pueblo). Este es un camino que debemos recorrer juntos y juntas. Este jueves, en el Parlamento Vasco, realicé una propuesta de cinco grandes Acuerdos de País para afrontar el contexto histórico, internacional, económico y social que vivimos, un contexto extraordinario y sin precedentes. Este ofrecimiento se dirige a todos los grupos parlamentarios para acordar el Presupuesto 2023; el Plan de refuerzo de la Atención primaria; el Pacto educativo; la Estrategia para el Reto demográfico, Juventud y emancipación; y el Pacto energético. Recordé también que el Estatuto de Gernika sigue incumplido. El Autogobierno vasco constituye un “bien jurídico” muy apreciado e imprescindible para todas y todos, para seguir avanzando en convivencia y bienestar. El Autogobierno es el instrumento de nuestra convivencia democrática, de nuestra capacidad para entendernos en el seno de la Comunidad, para entendernos también con otros pueblos y sociedades y para hacerlo con unas reglas básicas de respeto y lealtad. El Autogobierno es el instrumento de nuestro desarrollo, entendido como capacidad para alcanzar nuestra dimensión humana más adecuada y lograr que nadie se quede atrás en el desarrollo equilibrado de la dignidad de las personas. Nuestro Autogobierno es singular y es, a su vez, el instrumento de nuestra identidad plural e inclusiva. Es la herramienta con que contamos para la institucionalización y construcción progresiva de la Nación vasca; también para seguir avanzando en la internacionalización de Euskadi en el escenario global. En este camino, subrayo un logro reciente que supone un reconocimiento a la figura y el legado del Lehendakari Agirre, quien recorrió Europa y América defendiendo tanto la causa de la democracia como la causa vasca. Vivió cuatro años en Nueva York y trabajó intensamente para mantener una interlocución ante la Organización de Naciones Unidas. En 1946 se reunió con el entonces Secretario General Trygve Lie para presentarle un Informe sobre el régimen dictatorial del General Franco. Paralelamente, presentó también ante Naciones Unidas el “caso vasco”. Ambos documentos fueron recogidos en el Informe del denominado Subcomité encargado del Problema Español. En base a estos Informes, la ONU adoptaría las primeras y únicas sanciones contra el dictador español. Estableciendo una línea de continuidad con el camino abierto por el Lehendakari Agirre, en julio de 2019 tuve la oportunidad de intervenir en Naciones Unidas como Lehendakari para presentar el Autogobierno vasco y nuestro modelo de Desarrollo Humano Sostenible. Ahora, el pasado 13 de septiembre, se confirmó que Naciones Unidas acepta la candidatura vasca como sede del Secretariado de la Coalición Local 2030. La sede permanente, y para todo el mundo, de esta institución de Naciones Unidas se ubicará en Euskadi. Se trata de un importante espaldarazo a la internacionalización de nuestro País porque esta decisión va a reforzar la actuación local y la proyección internacional de Euskadi Basque Country, con el modelo de Desarrollo Humano Sostenible como referencia. Esta decisión de Naciones Unidas representa un reconocimiento a la trayectoria política desarrollada por las instituciones vascas desde el primer Gobierno del Lehendakari Agirre. Representa, también, un reconocimiento al compromiso de nuestro País con los ejes y la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Ikurriña no ondea todavía en la sede de Naciones Unidas; pero, gracias al Secretariado de la Coalición Local 2030, la bandera de la ONU ondeará en Euskadi. Este hito es un homenaje al Lehendakari Agirre, a su Gobierno y a una generación que, paso a paso, con paciencia y determinación, puso en marcha la institucionalización de Euskadi tal y como hoy la conocemos. Una Euskadi comprometida con la sociedad vasca y abierta al mundo. Katea ez da eten!
- Multimedia
- Servicios
- Participación