¿Qué es para usted el Aberri Eguna? ¿En qué cree que consiste? ¿Qué motivos hay para celebrarlo?
-Cuando una festividad cumple 90 años, tiene un nombre tan eufórico como el Día de la Patria Vasca y tiene como telón de fondo la resurrección de un pueblo, pues indudablemente es la fiesta clave del año. Creo que hoy hay más motivos para celebrarlo que nunca. La palabra resurrección tiene un valor no solamente religioso para los creyentes, sino hoy fundamentalmente de resurreción de una sociedad que ha pasado una pandemia durísima, de una sociedad que tiene que ser renovada porque todo está revuelto por los extremos, y de recuperación de un pasado positivo para proyectarlo al futuro. Por eso me parece que resurgir es una palabra clave, salir del agujero en el que estamos.
¿Por qué no se da una celebración unitaria como en otros países o como se buscó antes en Euskadi?
-La unidad fue posible hace no tanto. El partido socialista celebró el Aberri Eguna desde el año 37, en plena guerra, hasta el 78, por lo que es un camelo eso que dicen de que el Aberri Eguna no es su festividad. La han celebrado siempre. y era el Gobierno vasco en el exilio el que lo convocaba. Ocurrió una cosa muy tremenda que fue en el año 76, que el Gobierno vasco en el exilio convocó en Iruñea el Aberri Eguna para hacer un pulso al gobierno de Arias Navarro. Íbamos a estar todos los partidos políticos, todos los sindicatos... todos. Pero ETA secuestró a Ángel Berazadi, lo mató y eso rompió el Aberri Eguna y una cadencia que estaba consolidada. Y a partir de ahí empezaron los problemas con el PSOE, que en el año 78 celebró el Aberri Eguna por las calles de Bilbao con una pancarta pidiendo la autodeterminación. Pero ya en 1979, ya ellos veían que la Transición estaba ahí, que ellos querían tocar poder en Madrid y que les molestaba mucho el concepto de patria vasca. Incluso presionaron para que en el Estatuto de Autonomía de Gernika no se consagrara la festividad de la comunidad. Está la ikurriña como bandera, está el nombre, Euskadi aunque no Euskal Herria, pero no la festividad. A raíz de eso han considerado que es una fiesta fundamentalmente nacionalista que por lo tanto no les incumbe. Entonces la discusión es qué día celebrar el día de Euskadi. Cuando Patxi López fue lehendakari pusieron la celebración el día en que se aprobó el Estatuto de Gernika, que en todo caso se tenía que haber puesto el primero, no el segundo, pero ahora todo eso está en stand by. Yo creo que fundamentalmente el mundo de la izquierda abertzale celebra el Aberri Eguna, el PNV también. La discusión el lunes será "los nacionalistas han celebrado el Aberri Eguna por separado". Normal. Pero lo importante es celebrarlo, no cómo se celebre. Y el PSOE y el PP consideran que ésta no es su patria, por tanto no tienen por qué celebrarlo.
¿Cuál es el principal desafío que afronta el pueblo vasco y su principal deseo para el futuro?
-El principal desafío del pueblo vasco en este momento es salir de la pandemia, estar muy presentes en lo que ocurre en Ucrania y tener las ideas claras, que no podemos vivir por encima de nuestras posibilidades cuando todo el mundo está ajustándose el cinturón y que tenemos muchos retos: inmigración, natalidad, defensa... Y luego está el tema europeo. Nosotros tenemos que hacer una nación que se inscriba cada vez más en Europa. ¿Y mi deseo? Fundamentalmente que se recuerde el pasado para proyectarlo al futuro. Uno tiene que saber de dónde viene para saber a dónde va.