madrid - El Gobierno español ha trasladado al embajador ruso en Madrid, Yuri Korchagin, que sus acusaciones y sospechas de que desde territorio ruso se ha tratado de influir en la crisis catalana no se dirigen “de ninguna manera” contra el Gobierno de Moscú, según desveló ayer el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Alfonso Dastis, que dejó claro que no cree que este asunto “pueda ser el inicio de ninguna crisis” entre España y Rusia. “He dejado bien claro que nosotros no estamos involucrando al Gobierno ruso”, aseguró.

Mariano Rajoy puntualizó esta semana que, de las cuentas falsas que tuiteaban sobre Catalunya en los días posteriores al 1 de octubre más de la mitad estaba ubicada en Rusia y un 30% en Venezuela.

Ayer, el director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, confirmó que España sufre ciberataques y pidió a Naciones Unidas que modifique su Carta para que los Estados puedan “responder” a los ciberataques, “defenderse” y “manifestar quién es el atacante”. Preguntado por la presunta injerencia rusa en Catalunya, manifestó que el problema de los ciberataques “está aquí para quedarse” y aseveró que los miembros de los servicios de inteligencia deben ser “tan inteligentes como el atacante”.

Aunque en ningún momento hablado de Rusia explícitamente, señaló que ese tipo de actuaciones es algo que “ocurre en la mayor parte de Europa”: “Aquí nos está ocurriendo”, manifestó. “Otros quieren que no seamos estables y cada vez que aparece un elemento de inestabilidad ponen patas arribas todo el sistema”, zanjó. - E. Press