barcelona - Si algo define al sustituto de Jordi Baiges al frente de la consejería de Empresa y Conocimiento es su bien ganada condición de verso suelto en su partido, el PDeCAT, la antigua Convergéncia. Santi Vila se considera a sí mismo un “heterodoxo”, la misma heterodoxia que ha acabado con su predecesor. Para entender algo mejor su trayectoria política lo mejor es ir a su página web donde se define como alguien polifacético y que ideológicamente se sitúa en la frontera, ya que se ve como catalanista y ciudadano del mundo, liberal y sensible a la suerte de los más débiles. Con estas notas autobiográficas se entiende mejor a quienes, dentro incluso de sus filas, le tachan de moderado en un contexto dominado por la fuerte pulsión independentista de Puigdemont y su gobierno, del que ha caído Baiges por sus dudas sobre el referéndum.
Vila es reconocido por ser uno de los rostros más centristas del actual Govern. Llegó incluso a definirse como un independentista “instrumental”, es decir como un partidario de la secesión por “motivos objetivos” más allá de “razones identitarias y sentimentales”. Un ejemplo, a dos días de que Puigdemont se enfrentara a la moción de confianza de finales del año pasado, aplaudió los resultados de las elecciones de Euskadi y Galicia. “El electorado premia los perfiles centristas. ¿Comienza un nuevo ciclo? Ojalá”, escribió en Twitter.
La carrera política de este historiador, siempre en las filas convergentes, ha sido fulgurante desde que la alcaldía de Figueres le encumbró por sus dotes innovadoras. De ahí dio el salto a la política nacional catalana hasta acceder al Govern, donde ha pisado otras dos consejerias (Territorio y Cultura) hasta aterrizar en Empresa y Conocimiento. Es además uno de los nombres que suena como candidato del PDeCAT para la presidencia de la Generalitat. - H.U.