Bilbao - Las conversaciones entre PNV y PSE avanzan a buen ritmo. Ambos partidos volvieron a reunirse ayer para explorar un acuerdo que proporcione estabilidad al gobierno de Urkullu, y coinciden a la hora de plantear un pacto fuerte que abarque las áreas fundamentales en la gestión económica y política. Ya están bajando a lo concreto y a la letra pequeña. Los socialistas respondieron ayer al documento de diez ejes que plantearon los jeltzales y, según ha podido saber este periódico, entraron en todas las cuestiones, también en la paz y el nuevo estatus de autogobierno, donde se prevén mayores fricciones. Aún no sueltan prenda sobre la fórmula de gobierno que prefiere cada cual y mantienen sus negociaciones entre algodones, con las filtraciones a los medios de comunicación bajo mínimos, para evitar que cualquier paso en falso malogre las gestiones. La cautela con la que están manejándose deja entrever su voluntad de acuerdo y su deseo de llevar el navío a buen puerto, aunque los socialistas han avisado de que queda mucha tela que cortar y no puede darse nada por hecho. El PNV, por su parte, puntualiza que estas conversaciones son compatibles con la vía abierta con EH Bildu, con quien se reunirán a finales de la próxima semana. En Sabin Etxea se resisten a descartar a la izquierda abertzale y a decantarse ya por el socialismo en exclusiva, aunque han surgido diferencias con EH Bildu que parecen alejar el acuerdo.
Tras el encuentro, PNV y PSE consensuaron una nota de prensa de mínimos y sin grandes revelaciones, donde lo más sugerente era la calificación de la reunión como “productiva y positiva” y la apuesta por continuar “con una profundización de las materias incluidas en el debate abierto entre las dos formaciones de cara a alcanzar acuerdos políticos estables que permitan la gobernabilidad”. Continuarán reuniéndose y fijarán un calendario de trabajo y una metodología, aunque la intención pasa por celebrar los siguientes encuentros en un clima de mayor dicreción.
SEMEJANZAS En principio, las conversaciones parten con el viento a favor porque la relación entre PNV y PSE tiene mucho rodaje. Gobiernan en coalición en las tres diputaciones y en varios ayuntamientos, y en la pasada legislatura firmaron un acuerdo que permitió la aprobación de los tres últimos Presupuestos de Urkullu. Por lo tanto, no cabe esperar grandes fallas en materia económica, una cuestión que para ambos es la más importante. Los roces pueden llegar a la hora de abordar el nuevo estatus de autogobierno o el derecho a decidir. Hoy podrían escenificar su sintonía en la votación de la Mesa del Parlamento, con el PNV apoyando que el PSE tenga una de las vicepresidencias.
El documento del PNV se articula en torno a diez ejes, pero ocho de ellos son económicos y sociales. Se desglosan buena parte de las iniciativas de la campaña, como reducir el paro por debajo del 10%, dar una primera experiencia laboral a 20.000 jóvenes o incrementar en un 50% las ayudas a las familias. Los apartados de la paz y el autogobierno quedan muy abiertos. En el primer caso, se pide el final ordenado de ETA, culminar el proceso de reparación a las víctimas y la memoria histórica, y promover la reinserción. En el segundo caso, se pide “aprobar un nuevo estatuto político” y “profundizar y fortalecer la articulación territorial”. Hay un punto en las medidas económicas, no obstante, que puede traer cola: el traspaso del régimen económico de la Seguridad Social, es decir, las pensiones, donde el socialismo se opone a la ruptura de la caja única estatal.
El PNV tiene pendiente una cita con EH Bildu y ha deslizado que quiere unir a los tres partidos en las votaciones de país, que abarcan desde lo económico hasta la paz y el autogobierno. Para entenderlo hay que recordar que PNV y PSE no suman mayoría absoluta. Pero hay factores que complican un acuerdo estable: EH Bildu ha rechazado la autocrítica sobre ETA que le pedía el PNV como condición previa, quiere consensuar una respuesta unilateral para cuando Madrid dé un portazo al nuevo estatus pero los jeltzales lo rechazan, y pide un pacto a tres que incluya a Podemos. Mañana vota en asamblea si presenta candidata a lehendakari.
De la ronda se han apartado los primeros espadas. Desde el PNV, acudieron a la cita con el PSE los burukides Koldo Mediavilla y Joseba Egibar; el portavoz del Gobierno, Josu Erkoreka, y el secretario de Presidencia, Jesús Peña. El PSE llevó a miembros de la ejecutiva como Miguel Ángel Morales y Begoña Gil; el líder en Gipuzkoa, Iñaki Arriola; y el portavoz parlamentario, José Antonio Pastor.