MADRID - A poco más de un mes para la celebración de unas nuevas elecciones generales, Mariano Rajoy reivindicó ayer su posición como candidato del PP y presidente de esta formación política. “No tengo un sucesor natural. Y le digo otra cosa: a veces no es malo no tener un sucesor natural”, aseveró en una entrevista publicada en el diario británico Financial Times. Quiso zanjar así las informaciones que, de forma periódica, apuntan a un posible relevo en el liderazgo del partido, y que han apuntado en más de una ocasión a la vicepresidenta primera del Gobierno español, Soraya Sáenz de Santamaría, como la candidata a asumir ese rol.
Durante la entrevista, Rajoy manifestó su intención de continuar al frente del PP y del Gobierno, afirmando que se siente “bien” y “motivado” ante la nueva convocatoria de elecciones generales para el próximo 26 de junio. “Mi trabajo está a medio hacer”, proclamó. “Creo que España necesita experiencia en este momento”, defendió tras asegurar que España “ha superado la amenaza de quiebra” y “está creando puestos de trabajo”, por lo que abogó por “una gran coalición” tras los comicios para “consolidar la recuperación” de nuestro país.
El líder popular también defiende que el suyo “no es un partido corrupto” aunque “había algunas personas que hicieron lo que no deberían haber hecho” y que, como consecuencia de ello, “fueron forzadas a salir”. Cargó a su vez contra Podemos, partido al que calificó “del siglo XIX”, y también contra el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, al que reclamó “respetar la voluntad” de los votantes, recordando que no puede pedir al PP “deshacerse de su líder” cuando tiene el triple de escaños.
Adelantó además que evaluará bajar impuestos si es reelegido en la cita con las urnas del mes próximo. “Subimos impuestos al inicio de nuestro mandato, y bajamos tanto el impuesto sobre la renta como el impuesto de sociedades en 2015. Si los ingresos tributarios continúan aumentando, como lo están haciendo actualmente, podemos planear otro recorte de impuestos”, explicó. Así, señaló que su Ejecutivo sigue comprometido con alcanzar los objetivos de déficit y sugirió que una rebaja fiscal es compatible con las metas acordadas con Bruselas. “Reducimos el déficit 4,3 puntos porcentuales en cuatro años, a pesar de pasar dos en recesión. Nadie puede decir que España no hace las cosas bien”, zanjó. - DNA