Madrid - Podemos ha ofrecido un gobierno de coalición al socialismo y la próxima semana presentará su documento de propuestas, pero no ha terminado de sentarse oficialmente a negociar con el argumento de que no podrá participar en ningún pacto en el que esté presente Ciudadanos. Quiere que el candidato socialista a la presidencia española, Pedro Sánchez, rompa primero con Ciudadanos antes de hablar con Podemos. Antes incluso de abrir esa polémica, se quejó de las llamadas que no respondía al socialismo y colocó condiciones tan elevadas a Sánchez que en algunos sectores interpretaron que no deseaba un acuerdo. En ese contexto, PSOE e IU coincidieron ayer en redoblar la presión a Podemos para que entre a negociar con urgencia y contribuya a destronar a Mariano Rajoy, al que ven acechado por los casos de corrupción que azotarían al PP.
La secretaria de Estudios y Programas del PSOE, Meritxell Batet, dijo que lo que debería hacer Podemos es “sentarse rápidamente” a hablar con los socialistas del gobierno que quieren formar. “Lo que deberían hacer, y no tendrían que haber perdido esta semana, es sentarse rápidamente para empezar a hablar de para qué queremos gobernar, qué es lo que queremos cambiar de este país y qué queremos ofrecer a los ciudadanos que nos han votado”, apuntó.
similitudes Recordó que Podemos reconoció similitudes con el programa socialista, y recalcó que espera poder sentarse “de manera inmediata” con el partido liderado por Pablo Iglesias para debatir sobre las propuestas de ambas formaciones. Es más, en una suerte de guiño a Podemos, que pide un referéndum independentista para Catalunya, puntualizó que la cuestión territorial “está encima de la mesa” de la negociación, ya que “la pulsión soberanista es uno de principales problemas políticos de España”. Esa matización llega después de que la propuesta federal del socialismo quedara muy diluida y relegada al final del documento negociador del PSOE.
Batet explicó que en la próxima semana el socialismo va a incrementar su agenda de reuniones con las formaciones políticas. La socialista opinó que los casos de corrupción “requerirían una reacción contundente y una asunción de responsabilidad por parte ya no solo del PP, sino de Mariano Rajoy como presidente del PP”. “Eso es lo que demuestra que este país necesita un gobierno distinto liderado por un partido distinto que pueda responder a esa agenda de regeneración democrática de devolver la dignidad a las instituciones”, remachó. El partido intensificará los contactos porque cree que el cambio es más urgente que nunca ante esos casos de corrupción.
El portavoz de IU-UP, Alberto Garzón, por su parte, opinó que el PP es en realidad “una trama de corrupción que se presenta a las elecciones, como hemos venido diciendo sistemáticamente”. “Es importante que no vaya a gobernar esta gente, que está utilizando todos los instrumentos del Estado para la merma, para el robo, el saqueo de los fondos públicos”, dijo. Garzón pidió negociar una alternativa sobre medidas concretas y lanzó un dardo a Podemos. “Los problemas de la gente se van a solucionar con medidas concretas, no hablando de ministerios o cuotas de poder”, concluyó. - DNA