gasteiz - Minutos antes de que el Gobierno Vasco presentará su plan para el desarme con ETA como destinataria, la Comisión Internacional de Verificación hizo pública una declaración en la que da cuenta de que ha recibido informes de la organización armada de que continúa con el sellado de su armamento y de que está desarrollando un inventario del arsenal que mantiene bajo su custodia.

Con esta declaración los verificadores internacionales retoman el protagonismo perdido en materia de desarme desde que en febrero del año pasado presentaran en Bilbao un documento en el que se recogía un inventario del material precintado por la banda armada y verificado por el grupo liderado por Ram Manikkalingam. El arsenal puesto fuera de uso operativo fue tan minúsculo que recibió críticas desde amplios sectores sociales y políticos, lo que en cierta manera erosionó aquella iniciativa de los verificadores y quienes apoyan su cometido.

Pocos días después, los miembros de la Comisión de Verificación que participaron en la entrega de armas -el propio Manikkalingam y Ronnie Kasrils- fueron llamados a declarar por el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno, aunque en calidad de testigos, por su participación en esta entrega de armas. Los verificadores recibieron el apoyo del lehendakari Iñigo Urkullu y del secretario de Paz y Convivencia, Jonan Fernández, que viajaron de noche a Madrid para por la mañana estar junto a ellos a la entrada y salida del tribunal.

La advertencia judicial acrecentó la inseguridad jurídica en la que han de trabajar los verificadores, lo que unido a las trabas del Gobierno español, la propia complejidad operativa de un desarme sin colaboración del Estado y a los cálculos y tácticas de la propia ETA plantean un contexto muy complicado para hacer efectivo el desmantelamiento del armamento.

Ante este panorama, y tal y como informó este diario el pasado 27 de octubre, el grupo de facilitadores con sede en Amsterdam decidió volver a realizar una verificación in situ como la que realizaron en febrero en Tolouse (Francia), que quedó inmortalizado en un video grabado por la propia y emitido por la BBC. Así pues, por cuestiones de seguridad física y jurídica, los encuentros entre los miembros de ETA y los facilitadores se hacen más complicados y la verificación parece condenada a realizarse por vía escrita, con lo que los verificadores actuarían de fedatarios.

En el comunicado la comisión de verificadores manifiesta su convicción de que la organización armada seguirá dando pasos hasta su “desarme completo” y añade que desde su creación hace tres años ha verificado que ETA ha cumplido con su “compromiso de cesar todo tipo de asesinatos, atentados, amenazas y extorsión”. Asimismo, anuncia que seguirá trabajando con todos los actores relevantes para completar este proceso lo antes posible. “Tenemos la confianza de que con el apoyo de todos los actores políticos y sociales en el País Vasco se puede conseguir. Continuaremos trabajando con determinación e imparcialidad para trabajar hacia una paz duradera”, añade la declaración.

Fuentes cercanas a la comisión de verificadores aseguraron a este diario que el grupo de Manikkalingam no tiene previsto a corto plazo visitar Euskadi. Estas fuentes señalaron que siguen “trabajando y presionando” a ETA para que el proceso de desarme avance lo más rápido posible. En este sentido, subrayaron las dificultades con las que se están encontrando desde algunos ámbitos.