barcelona. Catalunya asiste hoy al aterrizaje de la plana mayor del PP, que busca frenar la ola soberanista y el proceso hacia la consulta que cuenta con el respaldo social según todos los sondeos. El plan de Rajoy, ese que dice tener y del que nada ha desgranado, consiste de inicio en destilar infinidad de datos económicos, con el sesgo de ser elaboración propia, para que la ciudadanía interiorice el temor y desista de sus intenciones. Rotas todas las vías de diálogo con el Govern, pese a la mano tendida de Artur Mas, que un día sí y otro también le insta a que desvele sus propósitos, los populares han optado por tirar de sus dirigentes y ministros en una convención en Barcelona que coronará hoy el presidente español.
Junts sumem (Juntos sumamos). Bajo este lema arrancó ayer el cónclave que tiene puesto el foco en la primera visita de Rajoy desde que el líder de CiU fijara la fecha y las dos preguntas de la consulta, y sus palabras despiertan tanta expectación porque hasta renegó de su presencia en Davos para preparar esta aparición. Además de María Dolores de Cospedal, que ayer soltó que "Catalunya estaría en quiebra desde el mismo momento en que se independizara", se han desplazado el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el de Interior, Jorge Fernández. El primero desmintió el "expolio fiscal" que denuncian los soberanistas, si bien el conseller de Economía de la Generalitat, Andreu Mas-Colell adelantó que su Ejecutivo emprenderá la vía contenciosa para reclamar a Madrid los 759 millones que entiende pendientes desde 2008.
La formación de Génova ha tratado de llevar a la convención a historiadores, economistas y periodistas afines, así como a la presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, María del Mar Blanco. Uno de los órdagos de la primera jornada lo lanzó la presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, que se atrevió a equiparar el sufrimiento vivido por el PP en Euskadi con el rechazo que dice padecen los conservadores en Catalunya a cuenta del desafío soberanista.
Por su parte, Cospedal denunció que Mas "engaña" y pretende "llevar a los catalanes al abismo solo por sus propios intereses". "La mejor manera de sentirme española es sentir que Catalunya forma parte de mi patria", aseveró, a la vez que avisó de que "el PP no permitirá que se separe España a machetazos". En este contexto, Rajoy impedirá que los ayuntamientos catalanes cedan datos para elaborar el censo de la consulta.