vitoria. El presidente del Euzkadi Buru Batzar, Iñigo Urkullu, incidió ayer en la acusación que el PNV viene haciendo desde septiembre al Gobierno Vasco de haber quedado al margen del importante traspaso de competencias cerrado entre jeltzales y PSOE a cambio del respaldo a Zapatero.
Urkullu afirmó en Bilbao que el lehendakari "no estuvo a la altura de las circunstancias" cuando los grupos nacionalista y socialista del Congreso de los Diputados negociaron los traspasos, unas conversaciones que no se iniciaron hasta que el Gobierno central se comprometió a ceder a Euskadi la competencia en materia de políticas activas de empleo, bonificaciones a la contratación incluidas.
A día de hoy, criticó el burukide, el lehendakari "todavía no ha tenido tiempo de presentar al resto de instituciones concernidas los objetivos, la estructura o las previsiones de Lanbide", el organismo llamado a gestionar esas políticas activas.
El líder del PNV enmarcó el papel secundario del Gobierno Vasco en la negociación de los traspasos en una política de "inacción y seguidismo" del Ejecutivo central, pues lo "más reconocible" que en materia de combate a la crisis ha llevado a cabo el Ejecutivo, a su juicio, ha sido "copiar los planes E".
"La inactividad, la falta de criterios claros, la inexperiencia, las medidas banales, y la obsesión por la imagen y la comunicación que ha acreditado el actual Gobierno Vasco en su trayectoria nos permiten afirmar que no supera la prueba de stress o test de solvencia y tampoco se deja rescatar", añadió.
Esto ocurre, según Urkullu, porque el pacto entre PSE y PP "está vacío de contenido económico" y se limita a "desplazar al PNV, pero, sobre todo, ha echado por la borda un capital de gestión y de medidas de política económica que había sido, como es reconocido internacionalmente, un laboratorio de innovación de primer nivel".
Además de reivindicar el papel del PNV en el bagaje de la economía vasca, Urkullu incluso defendió que los jeltzales han jugado un papel crucial en la salvación de la quiebra del Estado español, que "no va bien, pero podría ir mucho peor". Según el presidente del EBB, el acuerdo presupuestario cerrado en otoño, que ha permitido a José Luis Rodríguez Zapatero mantenerse un año más en el poder, ha evitado a España caer "en la misma situación de urgencia extrema" de Portugal.
Y ese contexto es el que justifica para Urkullu que el Gobierno Vasco no estuviera "a la altura de las circunstancias", añadiendo que ni lo estuvo entonces ni lo ha estado "en el conjunto de su actividad". El líder jeltzale criticó que ese acuerdo que salvó al Estado del desastre económico no fuera "ni impulsado, ni deseado, ni bienvenido" por el PSE, y justificó el hecho de que un partido nacionalista acuda al rescate del Gobierno central apelando a que "Euskadi no es una isla ajena a los problemas" causados por la crisis a su alrededor. "A la economía vasca le conviene que a España le vaya bien", aseguró.