VITORIA. Después del comunicado del pasado día 10, en el que ETA declaró un alto el fuego permanente, general y verificable, el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK) ha vuelto a posicionarse desde las cárceles. En una nota fechada el pasado martes y que Gara publicó en su edición de ayer, los reclusos de la banda instan a los firmantes del Acuerdo de Gernika a abrir un periodo de interlocución con el objetivo de entablar unas relaciones normalizadas. Los impulsores de la declaración, entre los que se encuentran la izquierda abertzale oficial, EA y Aralar, entre otros, han dejado claro que el texto está abierto a cualquier incorporación, siempre que cumpla con los puntos recogidos en el acuerdo. Entre ellos, el rechazo inequívoco a cualquier expresión violenta, además de pedir una solución para los presos. EPPK asegura que se implicará en el nuevo escenario político, para lo que pide un espacio como agente político activo.
Una demanda que hicieron suya los miles de personas que recorrieron las calles de Bilbao el pasado día 8 en la tradicional manifestación a favor de los derechos de los presos: "Siguiendo lo que hemos hecho durante largos años, también en este momento EPPK actuará como agente político activo. Como en toda la existencia de nuestro Colectivo, desde las celdas en las que estamos, en las que nos tienen, mantenemos la firme voluntad de hacer nuestra humilde aportación al proceso de liberación de Euskal Herria.
En el proceso democrático que tiene como objetivo construir un marco democrático para Euskal Herria, tenemos todo el derecho a ser parte activa en los debates para definir el proceso mismo y para hacer nuestras aportaciones, tenemos disposición para ello, y también ganas".
A la hora de analizar la situación de los presos, el Acuerdo de Gernika exige la supresión de la actual política penitenciaria (fin de la dispersión, excarcelación de los presos enfermos, concesión de libertades condicionales a todos los reos penados que hayan cumplido los requisitos legales, así como de los preventivos, y la derogación de la doctrina Parot).