FINALMENTE no hubo quema de coranes. El pastor radical Terry Jones, que ha acaparado esta semana la atención mediática en todo el mundo y ha causado gran indignación entre los musulmanes por su intención de quemar ejemplares del Corán durante la conmemoración de noveno aniversario del 11-S, desistió ayer de su polémica decisión. "Ni hoy ni nunca", aseguró en el programa Today de la cadena estadounidense NBC. "Definitivamente no vamos a quemar el Corán", confirmó el polémico pastar, quien ayer se encontraba en Nueva York con la intención de reunirse con el imán Feisal Abdul Rauf y hacerle desistir del proyecto de construcción de una mezquita.
El máximo responsable del Departamento de Policía de Nueva York, Raymond Kelly, aseguró ayer que sus agentes mantendrían vigilado en todo momento al pastor mientras se encontrase en la ciudad, para asegurar "su propia seguridad", así como cualquier otro problema que pueda surgir. Según su hijo, la familia ha recibido más de cien amenazas desde que comenzó la polémica de la quema de coranes.
La intención de su viaje a Nueva York es reunirse con el máximo responsable del centro islámico, sin embargo, el propio pastor confirmó que no tenía concertada reunión alguna con Feisal Abdul Rauf, el imán que está detrás del polémico proyecto, aprobado por el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, y respaldado por el presidente, Barack Obama. El pastor radical desea mantener esa reunión con el objetivo de arrancar al imán un compromiso de cambiar de ubicación el centro islámico, algo que se le ha pedido desde distintos frentes como un gesto de respeto hacia las víctimas de los atentados.
No hay acuerdo Hace dos días, el imán Rauf remitió un escueto comunicado a los medios de comunicación en el que afirmaba que no planea reunirse con el pastor Jones. "Estoy dispuesto a reunirme con cualquiera que tenga un compromiso serio con la búsqueda de la paz. No hay una reunión de ese tipo planeada en este momento", afirmó el imán en el texto. Además, reiteró que no han cambiado los planes de construir el centro comunitario islámico en un terreno ubicado a tan sólo dos manzanas de la zona cero. La construcción de la mezquita, planeada en un edificio de 13 plantas que contará también con otro tipo de instalaciones, ha generado una fuerte polémica entre quienes ven en este proyecto una manera de normalizar la situación de la comunidad musulmana de Nueva York y quienes consideran que es una falta de respeto hacia las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
Durante la conmemoración del noveno aniversario del 11-S, algunos familiares de víctimas se refirieron a la polémica generada por la intención del pastor Jones y sobre la construcción de la mezquita. "Terry Jones está loco", señaló Sally Simpson, que perdió a su hijo en los atentados. Vestida de negro y con el dolor visible en la cara, Simpson se mostró en contra de la construcción de la mezquita. "Es algo estresante, es una bofetada en la cara, es terrible ver que se quiere construir la mezquita tras haber perdido aquí a mi hijo por lo que pasó". "Lo que tendrían que hacer no es una mezquita sino un templo multirreligioso, ya que aquí defendemos la libertad de religión", añadió Ellen Simpson, quien concluyó que Jones "está acaparando publicidad".
Mientras, el reverendo John P. Duffell, pastor de la iglesia La Ascención de Manhattan y que también perdió a un familiar en los atentados, comentó sobre el pastor: "Está loco. Jesús dijo "amaos los unos a los otros", y él está haciendo lo contrario". "Lo que hicieron algunos en el 11-S no define a todo un grupo", añadió el reverendo, defendiendo la construcción de la mezquita. "La gente es libre de poder hacer lo que quiera".