Washington. El comandante en jefe de las tropas de EEUU y la OTAN en Afganistán, el general David Petraeus, consideró ayer que el país centroasiático necesitará tiempo para que los progresos realizados se consoliden.
En una entrevista en el programa de NBC Meet the Press Petraeus señaló que las mejoras comenzaron la pasada primavera y se mostró optimista con los avances para recuperar territorios controlados por los talibán y la creación de "pequeños focos" de progreso que espera que se extiendan. El general destacó el papel de las tropas afganas en la toma del territorio de los talibanes y el trabajo de los funcionarios civiles para restablecer los servicios a la población afgana.
Según explicó, el objetivo es mantener a Al Qaeda y a otros grupos extremistas fuera del área de acción para que el gobierno afgano pueda retomar el control y ganarse la confianza de la población local. "Estamos aquí para que Afganistán no vuelva a ser un santuario de extremistas", enfatizó.
bin laden En este sentido señaló que capturar vivo o muerto al líder de Al-Qaeda sigue siendo uno de las principales metas de EEUU. Bin Laden "continúa siendo un icono y creo que capturarlo o matarlo es todavía una tarea muy importante para todos aquellos que están comprometidos con el terrorismo en el mundo", aseguró.
En cuanto a si será posible cumplir el plazo que marcó el presidente Obama para que las tropas estadounidenses salgan del país en julio de 2011, Petraeus señaló que dependerá del progreso que se haga en los meses que quedan.
No obstante, si a su juicio este progreso no fuera suficiente "tendría que comunicárselo", dijo el general que afirmó que ofrecerá su "mejor consejo militar" y recalcó que su papel no es político. Asimismo, Petraeus advirtió que si EEUU pierde la guerra, probablemente habría una sangrienta guerra civil y los extremistas podrían volver a tomar el control.
En cuanto a las relaciones con el presidente Hamid Karzai, negó que haya problemas con el líder afgano, que fue acusado de fraude electoral en la primera vuelta de los comicios en los que fue elegido. Le defendió diciendo que Karzai "está tratando de acabar con la corrupción" y señaló que mantienen un diálogo directo "para confrontar temas que pueden ser difíciles para alguna de las partes".