l objetivo es que no sea necesario prorrogar el estado de alarma. Queremos que el 9 de mayo sea el punto final del estado de alarma", proclamó ayer Pedro Sánchez. El presidente mostró ayer su versión más optimista frente a la pandemia, precisamente cuando la previsión de una cuarta ola se ha instalado en los discursos y, lo que es peor, parece asomar en los datos; aún a la espera de conocer el impacto de los días festivos de Semana Santa. Sánchez basa su discurso en la confianza en que, según su cálculo "más conservador", en agosto 33 millones de españoles estarán ya vacunados. Según esa previsión, en la semana del 3 de mayo habrá 5 millones de ciudadanos vacunados con la pauta completa y 10 en la primera semana de junio. Ojalá sea cierto, no hay otro camino para salir de esta. Pero el dato que ayer ofrecía el Ministerio de Sanidad sobre personas vacunadas con la pauta completa en el Estado era de 2.852.806. Ojalá realmente asistamos a esa aceleración de vacunación y lo que ahora parece optimismo del presidente sea una realidad. Ojalá el horizonte electoral madrileño -4 de mayo- o las muchas dificultades parlamentarias que atravesó el Gobierno para aprobar el estado de alarma vigente no tengan nada que ver.