eliz año! ¿O no? Siempre me asalta una duda por esta época: ¿cuál es la fecha frontera en la que desear feliz año resulta ya extemporáneo? A priori, por aquello de que las fiestas navideñas se extienden hasta la visita de los Magos, no parece demasiado inadecuado desear feliz año el 6 de enero, casi una semana después. Dependiendo del año, quizá vuelvas a trabajar el día 8, por ejemplo. En este caso, no parece tampoco muy extraño desear feliz año al compañero que ves por primera vez desde el año pasado ¿no? Pero ¿hasta cuándo? Y ya metidos en harina, ¿por qué es extraño desear feliz año un 28 de abril celebrando San Prudencio en Armentia? ¿O el 4 de agosto, reencontrándonos con esa amiga que hace un año que no hemos visto porque vive fuera y vuelve a casa, no por Navidad sino por La Blanca? Más aún, el coronavirus nos ha robado nueve meses de 2020, hay un montón de gente a la que no hemos visto quizá en un año. Cuando volvamos a vernos -ojalá sea pronto- ¿nos deseamos feliz año? Y precisamente por lo vivido en 2020 lo de feliz año, que por cortesía o convicción al menos impregna de amabilidad nuestras relaciones sociales, este año me está costando. Casi que lo de feliz me parece pedir demasiado. ¿Buen año es menos pretencioso? ¿Año sano ya es mucho? En cualquier caso, por lo que pueda valer, ojalá, venturoso 2021.