a historia del Deportivo Alavés, que tanto estamos recordando en este año del centenario y que en este mes de mayo tiene un espacio especial en DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ha sido un recorrido en el que las lágrimas han sido más protagonistas que las sonrisas, pero en los últimos años los momentos de satisfacción superan ampliamente a los de decepción, puntuales y pasajeros. La constatación de la permanencia en Primera División viene a reafirmar esta nueva etapa de esplendor, aunque la temporada haya estado caracterizada por el riesgo real de descenso. Una circunstancia que abre una nueva hoja en la historia del club albiazul donde, ahora sí, se impone alejarse del ruido y reflexionar sobre los porqués de una temporada convulsa en la que han pesado múltiples factores, como el cambio de entrenadores, sí, pero también, igual de importante, el silencio en Mendizorroza. La falta de una afición como la alavesista demuestra que el equipo albiazul -como cantarían desde Liverpool- no puede caminar sólo sino que necesita de su aliento. Sumidos en una pandemia sanitaria de la que todavía no se atisba salida, el Deportivo Alavés ha afrontado un año especialmente difícil por coincidir el peligro de descender con su centenario. Con lo que ello supone tanto a nivel social como económico. Cien años de inmensa historia a los que hay que añadirle ya un nuevo récord de temporadas consecutivas en la élite -seis- lo que se traduce en una inmensa alegría, sin caer en la plena satisfacción. La victoria de ayer, en todo caso, es de nuevo un éxito colectivo que deja al territorio alavés y a la capital Vitoria-Gasteiz presente en una de las mejores ligas del mundo. Es, por tanto, tiempo de celebrar y de analizar, a la espera de que el equipo femenino, Las Gloriosas, ponga el merecido el broche de oro al gran trabajo que han realizado durante todo el año. También es tiempo de recuperar la esperanza de poder regresar a Mendizorroza para disfrutar de una nueva temporada en la que las y los aficionados vuelvan a poder aplaudir como se merece al equipo. Es tiempo, en definitiva, de aprender de los aciertos y errores cometidos para alumbrar un nuevo proyecto ilusionado e ilusionante que nos lleve a la próxima temporada a apoyar como siempre a nuestro querido, y siempre aclamado, Deportivo Alavés.