Los protocolos de la vergüenza
Ayuso no desaprovecha una oportunidad de ponerse estupenda, pero la libertad de prensa es lo que tiene
Los protocolos de la vergüenza
Cinco años han pasado desde el inicio de la Covidy todavía hay cuestiones que aclarar y deudas que saldar. De entre todas las miserias de aquel tiempo, puede que la peor sea la decisión de no trasladar enfermos a los hospitales por razones de edad. 7291 vidas se quedaron por el camino por esto en Madrid, que se dice pronto. Ahora, por primera vez, la justicia ha imputado “a altos cargos del Gobierno de Ayuso por las muertes en residencias durante la pandemia” (Público). Ella le quita hierro y dice que ha habido un “cambio de criterio por parte de la Fiscalía”. Lo de algunos en el PP de verdad que no tiene nombre.
La culpa, del abogado
A Ayuso últimamente le tocan muchas preguntas incómodas, como la deuna periodista de TVE por la comparecencia de su pareja. Con el colmillo goteando mala baba, ha disparado el dardo: “Gracias a la televisión pública que pagamos todos los contribuyentes con nuestros dinero por su pregunta, tan importante”. Ella no desaprovecha una oportunidad de ponerse estupenda, pero la libertad de prensa es lo que tiene. El caso es que Alberto González Amador ha declarado que su abogado confesó los dos delitos fiscales que se le imputan sin su consentimiento. Hay tramas telenovelescas más aburridas y con menos ingredientes, se lo juro.
Los tontos útiles
El pasado 29 de octubre, mientras se buscaba a los desaparecidos de la DANA, la maquinaria de otro fango se ponía en marcha. Como con la Covid, se aprovechó para lanzar teorías conspiranoicas y mentiras para promover la desconfianza en las instituciones y proyectar una imagen de país sumido en el caos. Un informe de Seguridad Nacional apunta al “ecosistema de propaganda y desinformación pro-Kremlin” y a actores pro-rusos que aprovecharon para “crear controversia sobre el apoyo prestado a Ucrania” (El Confidencial). Qué curioso que los tontos útiles necesarios para que les funcione el plan son siempre los mismos.
Vuelta a las andadas
Mucho llevábamos sin hablar de la guerra arancelaria de Donald Trumppero no se preocupe, que el rubio oxigenado de Mar-a-Lago ya ha vuelto a las andadas. “¡Las conversaciones con ellos no avanzan!”, lamenta refiriéndose a la Unión Europea. Y sentencia: “Por tanto, estoy proponiendo la imposición de un arancel directo del 50% sobre la Unión Europea, a partir del 1 de junio de 2025”. Negocia igual que gobierna, de órdago en órdago, y eso es peligroso. Además, este señor ya aburre a las ovejas y ha demostrado que su madurez para hacer política es la de un niño de 7 años. ¿No hay nadie que le pare los pies?
Ir al museo (a molar) mola
Las tendencias en comunicación han cambiado hasta en los perfiles o instituciones más insospechados que, sin tener ninguna necesidad, se suben al carro de lo último por lograr repercusión. Lo hemos visto con el Museo del Prado, cerrando sus puertas en exclusiva para que la cantante Dua Lipa pudiera ver su cuadro favorito, ‘El Jardín de las Delicias’ de El Bosco. Que yo celebro que la cultura mole y que los museos sean lugares de peregrinación, ojo. Pero el caso es que ganan una visibilidad que no necesitan y abren un debate de los que cabrean, y mucho, porque deja a las claras que hasta en esto hay clases.