Es todo un clásico, compartir imágenes de abultadísimas cuentas en bares y restaurantes que se convierten de inmediato en virales. La última, un tique de más de 4.000 euros en un club marbellí, la mayoría en carísimas bebidas alcohólicas. Se quejan en un tuit que, tras añadir más de 300 euros por el servicio, el camarero les exigió que dejaran propina. En caso de ser real, sorprenden varias cosas, que haya gente que se pueda permitir semejantes lujos, que lo compartan en las redes sociales y tal y como apunta la periodista Samanta Villar que después del champán, las pintas y el tequila, fueran capaces de ver la minuta.