La Comunidad de Madrid está situada a la cola de inoculación de vacunas suministradas. Recibimos con asombro la noticia de que disponen de más de un millón de dosis almacenadas, mientras tanto, sus dirigentes solicitan al Gobierno español el envío de un número mayor de ellas. Por si no resultaba lo suficientemente inverosímil, tanto Galicia como Andalucía, ambas gobernadas también por los populares, solicitan al Ministerio de Sanidad el reparto de esos excedentes madrileños. Podría resultar irrisorio, si no fuera porque hablamos de algo tan grave como proteger la salud. Inmersos en una pandemia, todos deberían remar al unísono.