Capítulo 3.278.590. Que no decaiga. La jornada de ayer en el conflicto Estado-Catalunya fue de las de reafirmación de fuerzas y quizá de aprovechar que el Pisuerga pasa por Valladolid. La presión por las discrepancias en Govern y PDeCat por el referéndum unilateral pareció aflojar algo tras la cascada de relevos y pese a la nada desdeñable opinión de letrado mayor del Parlament sobre el 1-O en un artículo, con aseveraciones como que la “contraposición del principio democrático y el principio de legalidad” del independentismo para avalar una vía unilateral “podría tener justificación” en un contexto de “ruptura de las reglas de un Estado autoritario”, pero “puede ser arriesgado” confundir esto con los “déficits que afecten la calidad democrática de un Estado”. Con Mariano Rajoy en Lleida, ayer el caso del 3% renacía con fuerza, con la Guardia Civil registrando despachos en el Parlament. Lo intentaron en el Palau de la Generalitat, pero el nuevo conseller de Presidència les impidió la entrada. Mientras tanto, con el requerimiento sobre la mesa de los cinco millones de euros a Artur Mas por el 9-N y el momento Lola Flores de que toca a un euro por catalán de Jordi Turull, Carles Puigdemont se preguntaba si Cristóbal Montoro responderá también con su patrimonio por la amnistía fiscal desacreditada por el TC. Continuará.