Si hay algo que no puede faltar, cada año, en la agenda de actividades de otoño del museo etnográfico de Artziniega, eso es la ya tradicional Txarriboda. Término euskérico con el que se denomina al ritual del sacrificio del cerdo que, hasta hace pocas décadas, se llevaba a cabo en la mayoría de los baserris de Euskadi para hacer acopio de alimento con el que pasar el invierno.
Y es que hablamos de una época en la que no existían las neveras, sólo arcones y fresqueras, por lo que el ser humano recurría a conservar la carne en salazón o manteca y a curarla en forma de jamones, tocino o chorizos; “aunque también había piezas como el solomillo que se comían en fresco, pero dependía de las necesidades de cada familia el conservar más partes o no en sal hasta el momento del consumo”, apuntan desde la asociación etnográfica local Artea, organizadores del evento.
Degustación
En concreto, la demostración -hoy día etnográfica- tendrá lugar este próximo sábado (22 de noviembre), de 11.30 a 14.00 horas y con entrada libre, y no englobará el sacrificio del animal ni el chamuscado de su piel, ya que la normativa sanitaria prohíbe la matanza casera y se lleva ya muerto, pero sí un detallado despiece explicando las diferentes partes del cuerpo del cerdo, del que no se desaprovecha absolutamente nada.
Tampoco faltará, en la cocina de baserri del propio museo, la elaboración casera de morcillas y chorizos por parte de un grupo de mujeres del pueblo, que también prepararán txitxiki y otras viandas asadas, que se darán a degustar a las personas asistentes en un ritual que se repite desde hace más de 20 años.