En la campaña del 26-J, aparte de unos insultos que les retrataban, el argumento aparentemente racional que usaban los partidarios del PP contra sus adversarios, máxime si eran mayores, era que votando a otros iban a quedarse sin pensiones. Pero, el primer viernes tras el 26-J, a la chita callando, Rajoy les dio un nuevo hachazo de 8.700 millones de euros. La hucha de las pensiones, que al llegar Rajoy era de 66.815 millones, es ahora de sólo 32.485 millones, menos de la mitad. El PP dirá que hoy aumentan algo los empleos, pero los salarios se han reducido tanto desde que él gobierna que cotizan sólo la mitad que hace cuatro años. ¿Cabe mayor engaño, mayor estafa a los mayores que, por temor a un fantasmal “infierno económico” si votaban a otros, han seguido apoyando el 26J al PP?