La actualidad de los últimos días nos ha deparado grandes momentos, pero ha habido una frase que me ha llamado la atención. La autora es María José Alcón, exconcejala del PP en el Ayuntamiento de Valencia con Rita Barberá y, a la sazón, esposa del que fuera vicealcalde, Alfonso Grau, al que recientemente habrán visto en el banquillo del caso Nóos. Abro paréntesis para señalar que el universo de personajes en este asunto empieza a alcanzar dimensiones bíblicas, tipo La Colmena o Juego de Tronos. Cierro paréntesis. En una grabación incluida en el sumario de la Operación Taula se escucha a Alcón decir a su hijo: “Como tú me dijiste una vez, y tienes más razón que un santo, en este país lo único que funciona es la corrupción”. Llevo días dándole vueltas. Creo que he pasado por todas las fases del duelo, de la negación a la negociación, a la depresión, a la ira... ¿a la aceptación? Me resisto. No sé si lo único que funciona en este país es la corrupción -opino que no-, pero admitiremos que a Alcón le han pillado con el carrito del helao. Así que, siguiendo su sentencia, ni siquiera la corrupción funciona en este país o, al menos, no siempre los corruptos funcionan, que igual hay quienes son incompetentes hasta para eso... Vaya, he vuelto a la fase de negación.