El apagón nuclear de Garoña se ha producido por diferentes razones -Fukusima, el empuje de las energías limpias o porque es muy vieja- pero sobre todo por la presión de la gente en la calle, convenciendo a todos los partidos -salvo el PP- e instituciones alavesas de la necesidad de cerrar la central.

El lobby eléctrico no se quiere dar por vencido y con la ayuda del PP quiere volver a abrir Garoña, sin importarle que sea vieja u obsoleta. Sólo les importa no sentirse derrotados. Quieren volver a abrir Garoña a cualquier precio; legislando a la carta, alargando plazos o quitando condiciones anteriores. Y todo para sacar dinero, seguir teniendo puertas giratorias y para decirnos que han vencido, sin convencer. A nosotros no nos importa vencer, sino convencer.

La Junta Electoral, a petición del PP alavés, ha decidido prohibir la manifestación que estaba convocada para hoy por ser el día de reflexión electoral. Definitivamente, no terminan de entender que han perdido.