Apoco que nos apliquemos, hasta es posible que los hoy cincuentones lleguemos a ver lo que vaticinan los expertos en astrofísica: dicen que en un par de decenios podríamos ser capaces de determinar si hay vida en otros planetas. Tendremos para entonces unos setenta tacos, los cincuentones, así que, repito, si no van mal las cosas, que siempre es posible que se tuerzan, hasta sabremos que los expertos lo han determinado: sí, hay vida en otros planetas. ¿Supone eso que existen en esos otros planetas seres que piensan? Lo ignoro, pero de ser así, francamente, prefiero no conocerlos y tener que dar explicaciones de nuestro estúpido comportamiento habitual. Los extraterrestres iban a reírse a la cara de nosotros, los humanos, los animales mejor preparados para destruir a sus semejantes y, de paso, el planeta donde viven y matan. Se descojonarían, claro que sí, antes de exterminarnos, que es lo que yo haría en su caso si los descubrimos, porque intuyo que poco después de hacerlo intentaríamos conquistar su planeta para tener otro que destruir. Así que no veo especialmente necesario saber si hay vida más allá. No quiero saber más cosas. ¿Para qué? Ya no me caben. Y además me da lo mismo: bastante tenemos con hacer el ridículo en la galaxia.