Es oficial, están de moda las fotos de políticos sentados a la mesa o, en su defecto, que tengamos noticia del menú. La archifamosa tortilla francesa -que cantó a postureo por soleares- que cenó Pedro Sánchez durante su primer -y único que sepamos- tête à tête con Pablo Iglesias ha quedado pulverizada estos días por Mariano Rajoy, coprotagonista de las dos imágenes de política gourmet o política foodie que nos ha ofrecido. El presidente, primero, se fue a comer con Nicolas Sarkozy a una tasca centenaria madrileña próxima a la calle Génova. Menú: gazpacho, ensaladilla rusa y chipirones en su tinta. La foto la tuiteó el propio Rajoy; mesica esquinera, Sarkozy con el móvil sobre la mesa, salero y palillero en una esquina. La traca final se la marcó Rajoy con sus predecesores en Moncloa y el rey senior en Casa Lucio y los célebres huevos estrellados como plato fuerte. Hay que reconocer la osadía de Rajoy, sentándose a la misma mesa que José María Aznar y con cuchillos sobre el mantel, como se aprecia en la foto también tuiteada por Rajoy. El rey, Aznar y Zapatero miran a cámara mientras Rajoy y González conversan. Populares a un lado, socialistas al otro, el monarca en el centro. Todos muy centrados, por cierto. Naturalidad. Ya está tardando la guía gastronómica de la política española.