el paro vuelve a subir. Y son ya tres meses consecutivos de buenas noticias. Porque es el mejor octubre de los últimos siete años, el mejor septiembre, el mejor agosto... Otra vez vuelven a llamarnos gilipollas a la cara y sin ningún disimulo. De nuevo, los (i)responsables de la cosa pública tratan a sus jefes - que sí, que somos nosotros los que les pagamos el sueldo y algo más- como a auténticos lerdos atocinados, imbéciles sin remisión. ¿Cómo se atreven a valorar como positivo el dato de 79.000 desempleados más durante el mes de octubre? ¿Cómo osan insinuar que sus reformas nos han puesto en el buen camino si, atendiendo al último ejercicio, tardaríamos más de 25 años en encontrar empleo para todos los parados actuales? Decir que España va bien porque se destruye menos empleo que antes es como resolver una epidemia de ébola matando a los infectados. ¡Cómo no va a decrecer el incremento de paro si cada vez hay menos empleo que destruir! Lo que de verdad me asombra es que siguen con la cara dura impertérrita a la hora de valorar los datos. Me irrita profundamente que insulten tantas veces y tan seguido a la gente y que luego tengan el morro de llevarse las manos a la cabeza cuando esos idiotas al fin espabilan y les dejan con el culo fuera de la poltrona.