he leído la intención de Josean Querejeta de llevar a cabo una ampliación de capital para volver a competir de tú a tú con los mejores equipos. Soy periodista y por tanto obtuso en la mayoría de los temas como tantas veces nos acusan los presuntos expertos, pero sinceramente creo que ni yo ni la mayoría de los que hablan conmigo -seguramente tan ignorantes como el que escribe- llegamos a comprender realmente el alcance de esta operación de ingeniería económica que pretende devolver al Baskonia a su lugar entre los grandes. Para empezar, el anuncio del club habla de 600.000 euros como cantidad a alcanzar en la inminente ampliación. Y se asegura que la mayoría de ese dinero se invertirá en potenciar el equipo. ¿600.000 euros? Eso es poco más de lo que cobra Walter Hodge, cedido con lazo en Puerto Rico después de que fracasara estrepitosamente a su paso por Vitoria. ¿El objetivo es repescar a Hodge o contratar a algún jugador similar? Pues no veo yo que tales fichajes vayan a equipararnos de repente con Real Madrid o Barcelona. ¿Y qué va a obtener a cambio todo aquel que adquiera acciones a razón de 300 euros del ala? Tampoco lo han explicado o yo me he perdido. Espero que el segundo capítulo de la refundación no sea mero humo como lo fue el primero, léase Lamar Odom.
