más vale tarde que nunca, pero a causa de los "abrumadores indicios de la comisión de delitos" que el juez ha conseguido reunir hasta ahora contra él, el Bárcenas está en prisión. Ya era hora. Yo no sé si ha sido un encarcelamiento en directo, prorrateado o diferido, porque no soy la Cospedal y es a ella a quien habrá que preguntárselo, pero aplazado sí que lo ha sido, y mucho. El Bárcenas ha tenido mucho más de seis meses para ocultar pruebas, esfumar capitales, mover piezas, ir y venir a su antojo hasta que, en diferido, le retiraron el pasaporte... en resumen, tiempo de sobra para hacer lo que le ha venido en gana.
Sé que no sirve de nada refrescarles la memoria a los gerifaltes peperos acerca de las ofensivas sandeces y patrañas que han ido soltando al hilo de los descubrimientos del mogollón Bárcenas/Gürtel/Partido Popular. Pero cabe afirmar que mentían con recochineo, en directo y en diferido, y en prorrateado, que su intención de ocultar era plena y maliciosa. Me temo que la ciudadanía se ha acostumbrado a que se burlen de ella y que, como mucho, ríe, y en esa risa, en las burlas y los sarcasmos, se disuelve su indignación activa y su rebeldía, su voluntad de cambio, y crece el derrotismo y otras formas del vivir entregados de pies y manos, atrapados en un cepo que, a días y según convenga, llaman democracia. Y seguimos con las burlas, no sé ya si la última defensa del impotente, y sigue la lucha tenaz de una minoría que consigue victorias, como esa de la ley foral en apoyo de desahuciados. Corren tiempos de sumar fuerzas y esfuerzos.
Y vuelvo al Bárcenas. Ahora parece que la prisión de su multimillonario tesorero no va con ellos, pero hasta hace nada, según propias confesiones, lo tenían dado de alta en Seguridad Social en la sede central del Partido Popular, donde también tenía un despacho que no tenía, susceptible de ser asaltado por sus propios compinches. El sainete lo hemos tenido a diario. Estomagante.
Pero con hemeroteca de por medio o sin ella, no resulta creíble que el Partido Popular haya sido o sea todavía ajeno a los manejos multimillonarios del Bárcenas. Eso no se lo cree nadie, así jure Rajoy por el Cristo de Medinaceli, en diferido o por videoconferencia de plasma, como en las películas de grandes malvados subterráneos de un futuro que es presente. Ay, Rajoy, con su boca de escopeta, diciendo que nunca nadie no jamás -o algo así, algo ridículo en todo caso- iba a probar nada contra el Bárcenas. Mentira sobre mentira, y sobre mentira, otra, asómate a la ventana y verás que su presencia en la vida pública hace añicos la mejor y más diferida de las presunciones de inocencia. Es imposible tener hacia ellos esa buena fe elemental que sostiene el trato social. Solo a ellos es atribuible una desconfianza venenosa en las instituciones, las personas y sus tratos, que tiene podrido el tejido social, y esa complacencia en decir que "ya nadie cree en nada". No es cierto. Hay gente que cree en lo que hace, en lo que pone en el tablero, algo más que un mero propósito de medro económico y social.
Bárcenas en prisión, dicen, es una bomba de relojería para el PP. No lo creo. La bomba prorrateada, de auténtico racimo (Morenes bisnes), pero en otro sentido -en el de la bomba la inventó, Mariano con su balón- es que Rajoy no haya dimitido ni haya destituido antes a ministros como la Mato y esa especie de Tulius Detritus que es Montoro. La bomba es que sigan en sus puestos como si no pasara nada, que nos hablen como si fueran sibilas, con acertijos, con jeroglíficos, como tramposos de feria. La bomba es que se oculten detrás de una nube de galimatías que en cualquier otro sitio, y al ser un sistema, habría acabado con el Gobierno. Aquí, no. Aquí todo está permitido. Así que paciencia. Son como una plaga, qué digo una, las siete juntas, las del Egipto bíblico... y alguna más por añadidura.
De una parte, la prisión del Bárcenas, chorizo cantado de altos vuelos, viene a aliviar la trapisonda del 14-Z, en la ya muy rasgada túnica de la monarquía, aunque por otra parte venga a añadir un sumando a la nómina de disparates gubernamentales a los que nos hemos ido acostumbrando, en una rutina que puede vencernos y doblegarnos. Extraño lamparón ese del 14-Z y solo dilucidado por el castizo y españolísimo acto de fe, porque lo nuestro es el milagro, el dogma, el mandamiento, el catecismo, la fe, la fe, la fe... Ya veremos ahora hasta dónde llega la fe pepera en la justicia. La Barcina, por ejemplo, otra miembra de esta jacarandosa tropa de modernos pícaros, dejó de creer en la justicia el mismo día que vio que su diferida imputación era algo más que una lejana amenaza. Entonces resultó que la justicia estaba vendida, que hacía el juego a los intereses de las Fuerzas del Mal (y etcétera).
Me pregunto a dónde irá a parar ahora la morterada de querellas cospedalianas que esos miserables interpusieron en defensa de la pura nada, de la patraña constitutiva, de la indecencia política. Han utilizado a la administración de justicia como instrumento de fuerza y chantaje político porque tenían medios económicos para ello; unos medios que no están al alcance de la inmensa mayoría de los ciudadanos, esos a quienes las instituciones deberían servir. Son asociales y todavía cuentan con una complicidad política que los encubre.
Que al final el juez Ruz se haya hartado del chuleta que intentaba dudar de su inteligencia, no me extraña, aunque sí me ha sorprendido el motivo concreto, por poco común: estafa procesal. La ha habido de manera tan notoria que la prueba se hace innecesaria, a no ser que los trabajos de entorpecimiento procesal (otra estafa) den al traste con la causa, ya muy diferida, ya muy prorrateada, de la trama Gürtel que, le guste o no al interesado, salpica de lleno a José María Aznar y a su tropa.
Quiero creer que el juez Ruz ha metido en prisión no solo al Bárcenas, sino con él a una forma de hacer política, a un estilo de vida, a un modelo social de verdad venenoso, quiero creer o tengo una vaga confianza, no sé bien, en que si sale le cueste tanto como haber entrado, pero por otros motivos, y aquí termina la burla. Armarse y rearmarse.