Su nombre real no es Piperbeltz, aunque muchos ya los conocen así en redes sociales. Tras este perfil se encuentran Daniel Martínez e Iker Gorospe, fotógrafo y educador ambiental respectivamente, que en las diferentes redes sociales en las que se encuentran activos combinan recetas, ASMR (sonidos que provocan una Respuesta Sensorial Meridiana Autónoma) y su amor por la naturaleza. Juntos, en los cerca de dos años que tiene este perfil, han ido produciendo recetas con alimentos de temporada y de proximidad, y cuidando el entorno allá donde van. Y en este tiempo han incluso ganado el premio Haziak 2022, promocionado por el Ayuntamiento de Vitoria. Y el futuro aún es un lienzo en blanco para estos dos jóvenes que este año celebran su segundo aniversario, que además lo van a hacer por todo lo alto. Tal y como ellos anuncian, van a sortear dos vales para dos personas que permitirán a los ganadores acompañar a Piperbeltz en un día de grabación en una “ubicación secreta”, una piperescapada a mesa puesta. Las bases para participar están en sus redes sociales, donde el próximo día 31 darán a conocer a los ganadores.
Este proyecto se remonta a 2020-2021 pero, ¿cómo nació Piperbeltz?
Esto se empezó a gestar en el confinamiento, que tuvimos tanto tiempo para pensar. Sí que teníamos ganas de hacer algo. Iker me propuso que quería hacer alguna cosa y surgió la idea de hacer algo de cocina en redes sociales. Yo, como trabajo en tema audiovisual y me gusta, fui el que le dio un poco la forma de cómo hacerlo y entre los dos estuvimos viendo en redes sociales cosas que nos gustaban, cosas que no, hasta que al final encontramos lo que queríamos hacer.
A principios de este 2023, en febrero, cumplís ya dos años con la cuenta. ¿Cuesta hacerse un hueco en el ámbito de las cuentas gastronómicas en redes sociales?
Sí, yo creo que cuesta un montón. Ya hay muchas cuentas. Sí que es verdad que nosotros la quisimos enfocar a producto de aquí, junto a la naturaleza, y vimos que en ese aspecto no había algo así. No había algo autóctono, que es por donde quisimos tirar nosotros.
O sea que queríais cubrir un poco ese campo, y nunca mejor dicho.
Sí [risas]. Además, es importante para nosotros mostrar la naturaleza porque además de que nos gusta ir a la naturaleza, Iker trabaja de ello, es educador ambiental, y por eso muchas veces le ponemos más cuidado a eso, que sean sitios diferentes, con fauna diferente, etc.
Es cierto que las funciones de cada uno están bien repartidas.
Sí, pero aunque cada uno se dedica más a una parte, siempre nos ayudamos. Es muy colaborativo.
¿Y qué es primero? ¿Escoger la ubicación, o el plato a preparar?
Siempre hacemos primero el plato y luego decidimos la ubicación. Sí es verdad que hay algunos platos y ubicaciones que los tenemos muy claros, que queremos ese plato en esa ubicación, pero yo creo que siempre decidimos primero el plato. En cuanto a ubicaciones, por clima y demás, siempre tenemos dos opciones antes de ir a grabar, así que sí o sí primero es la receta.
Hablando de recetas, siempre priman el producto de km0, pero también de temporada, ¿no?
Sí, es algo que también tenemos bastante marcado, el intentar usar productos de temporada y hacer cosas que vayan un poco en consonancia con la temporada y el clima. Por ejemplo, en septiembre teníamos tomates de la huerta y los usamos.
¿Las ideas de los platos son propias?
Iker siempre les da una vuelta más y son bastante propias. Por ejemplo, una de las últimas recetas ha sido un cachopo, y aunque es un cachopo queríamos meterle algo diferente, por ejemplo, con un cachopo de cabrito. Siempre queremos hacer algo diferente, que no sea lo de siempre.
Darle esa vuelta, ¿no?
Eso es.
Todo esto lo combinan además con lo que se conoce como ASMR. Escoger los sonidos de la naturaleza perfectos y hacer que nada interfiera no debe de ser fácil.
No, pero le vamos cogiendo poco a poco el truquillo. Sí que hay veces que por ejemplo, aunque la ubicación en el vídeo se ve perfecta y apartada, igual hay una carretera al lado y tenemos que esperar si pasa un coche... Le ponemos mucho cuidado y estamos atentos. Y, cuando es un lugar en el que estamos solos, casi sin ningún problema. Tenemos que estar los dos en silencio, porque además tenemos muy bien pillado cuándo hablar y cuándo no, y grabar lo que sucede. Tampoco queremos meter sonidos artificiales.
En este tiempo han podido vivir de primera mano cómo funcionan las redes sociales. ¿Sienten que hay alguna clave para el éxito?
La verdad es que no. Queremos ver si crecemos un poco más. Tenemos muy claro que somos muy fieles a lo que queremos hacer. Queremos hacer lo que nos gusta y lo que consideramos mejor.
Entre otras cosas han sido galardonados en los premios Haziak 2022 del Ayuntamiento de Gasteiz. ¿Era algo esperado?
La verdad es que no. Nos presentamos para proponer nuestra idea, y les gustó mucho. Estamos muy contentos por esa parte.
¿Qué supone haber recibido este premio?
Pues nos han dado una ayuda económica, y lo que más nos ha gustado es que se han interesado por nuestro proyecto, nos han dado herramientas, nos han ayudado a poder seguir creciendo y a desarrollar Piperbeltz.
Ahora que cuentan con estos años de experiencia, ¿qué dirían que hace falta para embarcarse en una aventura de estas características?
Muchas ganas, la verdad, de trabajar y de meterle horas. Porque al final las redes sociales te exigen mucho. Nosotros lo compaginamos con otros trabajos y proyectos, y no le podemos dedicar todo el tiempo que nos gustaría.
Es cierto que muchas veces vemos el resultado, el vídeo o la foto, pero no somos conscientes del trabajo que tiene detrás. ¿Cuánto tardan en grabar una receta?
Pues grabarla nos llevará, depende del sitio y tal, dos horitas, más desplazamientos y demás. Luego, la edición entre fotos y vídeos, unas cuatro horas. Además de los textos que hace Iker, las publicaciones, etc. Son horas.
Hablando de desplazamientos, al principio les coincidió el confinamiento y no podían salir del territorio alavés. ¿Ahora ya están grabando en otros lugares?
La mayoría de las ubicaciones están en Álava. Sí que es nuestra idea irnos más lejos para algunas recetas.
2022 también ha sido un año complicado con las sequías, incendios... ¿Eso también les ha afectado?
Es verdad que cuando ha sucedido todo esto nosotros hemos hecho un pequeño parón, no hemos seguido con el mismo ritmo. Pero sí hemos tenido cuidado con estas cosas.
¿Hay alguna enseñanza que atesore con especial cariño de todo este tiempo?
Sobre todo lo que más me está gustando de este proyecto es que estamos viendo sitios al lado de casa que ni nos damos cuenta de que los tenemos. Lagos, txokos, montes...
¿Han hecho colaboraciones?
La última que hemos tenido ha sido con Azpi Gorri, un productor local de Otxandio que tiene cabras de Álava, y nuestra idea este 2023 es trabajar con más productores sobre todo de aquí.
¿Y con otros cocineros?
Sí. El año pasado hicimos con Maite, que hace cocina vegana en Instagram. Esas cosas las hemos hecho más puntualmente pero es nuestro propósito para este año.
¿Y tienen algún otro propósito para este año que empieza?
El deseo siempre es que nos vea el máximo de gente posible. Pero la verdad es que disfrutamos tanto haciendo estas cosas y tenemos unos seguidores tan fieles, que queremos seguir haciendo esto, que le siga gustando a la gente.