Las fuerzas de seguridad de Ucrania han informado este lunes de que han logrado frustrar un plan para llevar a cabo un "golpe de Estado" contra el Gobierno del presidente, Volodimir Zelenski, en Kiev, la capital, donde el grupo de sospechosos tenía previsto "tomar el Parlamento" y expulsar a la "cúpula militar y política" del país.

La Fiscalía ucraniana ha indicado que al menos cuatro personas están siendo investigadas por "suministrar materiales y hacer un llamamiento a un cambio violento de Gobierno". De esas cuatro, dos se encuentran bajo custodia policial, según ha señalado la entidad en un comunicado.

"Las fuerzas de seguridad han descubierto un grupo de pseudoactivistas que preparaban disturbios y provocaciones el 30 de junio en Kiev", recoge el texto, que establece que la investigación llevada a cabo por las autoridades apunta a que entre los meses de mayo y junio, este grupo de personas habría difundido mensajes desacreditando al Ejecutivo actual y pidiendo "cambios constitucionales", además de la "toma del poder".

"Los conspiradores se preparaban para celebrar el 30 de junio en Kiev un supuesto evento en la que participarían organizaciones públicas. Al mismo tiempo, se atrajo a la gente a participar con el pretexto de que se trataba de un evento supuestamente público, sin informar sobre el verdadero objetivo del mismo", ha explicado la Fiscalía.

Preveían "tomar el poder"

Durante el acto, los participantes buscaban elegir un "gobierno temporal, acceder por la fuerza a la Rada Suprema (Parlamento ucraniano) y destituir a los dirigentes estatales". En caso de que el actual gobierno no cumpliera con sus exigencias en cuanto al nombramiento de nuevos cargos, preveían "tomar el poder", sostienen los fiscales.

Asimismo, han apuntado a un alto cargo de una organización pública como principal implicado y han señalado que llevaba años "realizando actividades antiucranianas". Para esta ocasión, había alquilado un local.

Por su parte, la Inteligencia ucraniana ha aclarado que buscaba sacar adelante sus planes con la ayuda de terceros países y la vista puesta en "trabajar a favor de las autoridades rusas" en plena invasión de Ucrania. "Para llevar a cabo su plan, los organizadores y sus cómplices contaban también con ayuda de organizaciones públicas en Kiev, Dnipró y otras regiones", ha advertido el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU).

"Con el objetivo de conspirar, se comunicaron los unos con los otros a través de diferentes canales y, en caso de haberse reunido, lo hicieron siempre en pequeños grupos de máximo tres personas", ha aclarado la agencia en otro comunicado, en el que matizan que se han logrado incautar de móviles y ordenadores utilizados para planear el alzamiento.