El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, dijo este domingo que en los próximos días su país aumentará "la presión política y militar sobre Hamás" para lograr la liberación de los 133 rehenes israelíes que todavía permanecen en la Franja de Gaza.
"En lugar de abandonar sus posiciones extremistas, Hamás se beneficia de nuestras divisiones y se ve envalentonado por las presiones dirigidas contra el Gobierno israelí", dijo el mandatario en un mensaje con motivo de la celebración de la fiesta de Pésaj, la Pascua judía.
"Por lo tanto, le propinaremos golpes doloroso y ocurrirá pronto", dijo el mandatario.
Netanyahu culpó de nuevo al grupo islamista de haber rechazado todas las propuestas para un alto al fuego en Gaza que permita un intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos, pese a que Hamás lleva meses pidiendo un alto al fuego "definitivo" como prerrequisito, algo a lo que Netanyahu se opone.
Las demandas de Hamás en las negociaciones no han cambiado: el fin de la ofensiva, la retirada de las tropas de Gaza, el retorno de los desplazados del norte a sus hogares y la entrada de suficiente ayuda humanitaria para reconstruir el enclave.
El mensaje de Netanyahu se produce mientras continúa la expectación ante la posible ofensiva militar israelí en Rafah, que el primer ministro aprobó hace más de un mes pero a la que se opone la mayor parte de la comunidad internacional, incluido Estados Unidos, el principal aliado militar de Israel.
El primer ministro mandó, además, una advertencia a Washington, después de que el medio estadounidense Axios publicara en las últimas horas que el Departamento de Estado planea sancionar al batallón ultraortodoxo del Ejército israelí, Netzah Yehuda, por posibles violaciones de derechos humanos en Cisjordania ocupada.
"Lucharé ferozmente para defender a las Fuerzas de Defensa de Israel, nuestro Ejército y a nuestros soldados. Si alguien cree que puede imponer sanciones a una unidad del Ejército, lo pelearé con todas mis fuerzas", aseguró Netanyahu.