El ex primer ministro británico Boris Johnson abogó durante la pandemia de coronavirus por dejar que la gente mayor se contagiara a fin de evitar confinar al resto, según se ha revelado este martes en la investigación oficial sobre la crisis sanitaria.

Unos apuntes del entonces asesor científico Patrick Vallance entregados al panel que preside la exjueza Heather Hallett indican que el antiguo líder conservador pensaba que los ancianos debían sacrificarse para proteger a los más jóvenes.

Vallance escribió en uno de sus cuadernos en agosto de 2020 que Johnson estaba "obsesionado con que las personas mayores acepten su destino y dejen que los jóvenes sigan con su vida y que siga (funcionando) la economía".

En otra entrada en diciembre de 2020, el asesor anota: "Le dicen al primer ministro que ha actuado rápido y que el público está con él (pero su partido no). Él contesta que su partido 'piensa que todo esto es patético y que la covid es simplemente la forma que tiene la naturaleza de lidiar con las personas mayores, y no estoy del todo seguro de que no esté de acuerdo con ellos. Mucha gente moderada piensa que esto es demasiado (los confinamientos)'".

"Contrae la covid y vive más"

En otro intercambio con su equipo el 15 de octubre de 2020, poco antes de decretar el segundo confinamiento el 5 de noviembre, Johnson dice: "Deberíamos dejar que las personas mayores se contagien  y proteger a los demás".

"La edad promedio (de los muertos por covid) es 81-82 años para los hombres y 85 años para las mujeres. Eso está por encima de la esperanza de vida, así que... contrae la covid y vive más", declara.

Además, en un mensaje de WhatsApp a su director de comunicación Lee Cain también en octubre de 2020, Johnson argumenta que "casi nadie menor de 60 años va al hospital (4 %) y prácticamente todos sobreviven". "No me creo esto de que el NHS (servicio nacional de salud) esté abrumado", agrega.

El panel investigador interroga esta tarde al antiguo superasesor de Boris Johnson Dominic Cummings, hoy su adversario declarado, quien al inicio de su intervención ha afirmado que el corazón de su Gobierno era como "un vertedero en llamas" incapaz de lidiar con la pandemia.