Los choques entre el Ejército de Sudán y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR) continuaron hoy en Jartum, donde se escucharon disparos y explosiones cuando se cumplen exactamente dos semanas de enfrentamientos que no se han detenido a pesar de la entrada en vigor de múltiples treguas.

El centro de Jartum fue nuevamente escenario de explosiones e intercambios de disparos entre los bandos enfrentados, mientras que los combates se intensificaron en el perímetro del Palacio Presidencial, la sede del líder del Ejército, general Abdelfatah al Burhan.

Ataques

Este edificio y la sede de la Comandancia de Operaciones del Ejército, controlados por las Fuerzas Armadas, son objeto de disputa desde el primer día de conflicto, mientras que las FAR han anunciado en varias ocasiones su toma, un extremo que las fuerzas de Al Burhan han desmentido.

Los disparos de artillería también resonaron en la antaño concurrida calle de Al Setin, en el este de la capital, mientras que testigos informaron de que los aviones de combate del Ejército sobrevolaron y bombardearon desde esta madrugada el este del Nilo, donde hay establecidas posiciones de los paramilitares.

Asimismo, indicaron que en la localidad de Umdurman, vecina de Jartum, la aviación ha estado sobrevolando la zona de Salha, donde se encuentra una de las bases de las FAR.

Quince días de combate

Sudán entró en el decimoquinto día de combates a pesar de la entrada en vigor de una tregua mediada por Estados Unidos y Arabia Saudí para garantizar la seguridad en las evacuaciones y permitir la entrada de ayuda humanitaria.

Ambos bandos se han acusado mutuamente de violar el alto el fuego, pese a que tanto el Ejército y las FAR reafirmaron hoy su compromiso con el cese de las hostilidades

Ningún armisticio ha sido respetado completamente hasta el momento.

Arsenal de armas frente a las guerrillas

Las Fuerzas Armadas, por su parte, indicaron que pueden acabar "pronto" con las FAR, puesto que al contrario que los paramilitares cuentan con vehículos aéreos y un arsenal de armas de largo alcance mucho más amplio.

Sin embargo, denuncian que los paramilitares, especializados en la guerrilla, se han adentrado en zonas urbanas densamente pobladas, por lo que no es posible bombardear si se quiere preservar la vida de los civiles y la integridad de la infraestructura vital.

Hasta el momento, de acuerdo con el Ministerio de Salud sudanés, al menos 512 personas han muerto y más de 4.000 han resultado heridas por los combates, que se iniciaron el pasado día 15 tras desatarse una lucha de poder por el control militar de Sudán entre Al Burhan y el líder de las FAR, Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti.